Organizaciones internacionales, sectores y ONG vinculados al mar celebran este sábado el Día Mundial de la Pesca para realzar la labor de 55 millones de trabajadores y trabajadoras.
Desafíos laborales, la lucha contra el pescado ilegal y la inquietud por el impacto sanitario y económico del coronavirus marcan este año esta conmemoración, impulsada por las comunidades pesqueras y refrendada por entidades como la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
“El sector pesquero tiene una naturaleza única; es exigente y gratificante a la vez”, ha subrayado el director de la Unidad Marítima y de Transporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Brandt Wagner.
La pesca es el sustento de 55 millones de trabajadores, 40 millones de ellos a bordo de un buque, según datos difundidos por Wagner en un seminario virtual organizado por los sindicatos de la Unión Europea (UE), precisamente para examinar la puesta en marcha del Convenio 188 de la OIT sobre trabajo y vida decentes a bordo.
Sin embargo, según datos de la ONU citados por la patronal española Cepesca, si se suman puestos indirectos, la pesca da trabajo a 200 millones de personas, y 800 millones de habitantes del planeta dependen de la cadena de valor de producción y venta de pescado y de marisco.
“Todo el mundo debería subir un día en su vida a faenar”
El secretario general de la patronal española de armadores Cepesca, Javier Garat, afirma, en declaraciones a Efe, que todo el mundo “debería subir una vez en su vida en un barco” para pasar un día faenando, con el fin de conocer las condiciones de trabajo.
Garat, también presidente de la patronal europea Europêche, aboga por una nueva narrativa de la pesca, para que los ciudadanos la vean “como parte de la solución y no como un problema” a la hora de pensar en el estado de los océanos.
En esa línea, resalta su papel en el suministro de alimentos y en la protección ambiental.