Este domingo se realizó un acto recordatorio en la banquina chica del puerto marplatense. Fallecieron seis tripulantes pero del acto solo participaron las familias de tres. Canciones y ofrendas florales en una causa que no avanza, infomó Revista Puerto.
En la madrugada del 1 de septiembre del 2016, a 8 millas al sur del puerto marplatense, a la altura del Faro de Punta Mogotes, se hundía el pesquero San Antonino cuando se dirigía a zona de pesca.
Los cuerpos de Carlos Campos, Sergio Juárez y Gonzalo Godoy fueron rescatados. Este último no figuraba en el rol de embarque y la Prefectura no tuvo más remedio que reconocer la irregularidad ante la evidencia del cuerpo. Nunca aparecieron los cuerpos del patrón Claudio Zerboni, el marinero Alejandro Ricardenez y el del engrasador Pablo Pardo.
Ayer en la banquina chica la multisectorial “Ningún Hundimiento Más” junto a algunas organizaciones sociales que siempre acompañan las marchas y el reclamo por los recientes naufragios, recordaron a los pescadores del San Antonino con un acto que tuvo canciones conmemorativas y ofrendas florales en el espejo interior, con familiares de solo tres trabajadores que perdieron la vida aquella mañana: Ricardenez, Campos y Godoy.
Verónica Ricardenez, la hermana del “Rusito”, fue otra vez la vocera, acompañada por Gabriela Sánchez, hermana del capitán del Repunte. Son veinticinco los tripulantes que fallecieron en los últimos tres naufragios. Todos tienen hermanos, padres y tíos, pero a la calle siempre salen las mujeres. Como la abuela de Campos, quien llegó en silla de ruedas a la banquina y participó de la ceremonia.
“El Fiscal (Nicolás Czizik) me dijo que no tomarían al casco como prueba para determinar las causas del naufragio cuando era determinante para comprobar que toda la madera estaba podrida”, contó Verónica antes que comenzara el acto ante la consulta de REVISTA PUERTO.
Según explicó la hermana del marinero, para la justicia no existen pruebas para poder discernir si el buque se hundió por causas del mal estado de la embarcación o fallas humanas. “Arreglaron todo en la justicia”, dijo Verónica, micrófono en mano durante el acto.
Un rato antes habían cantado “Verte de Nuevo”, una canción que escribió la propia Verónica en memoria de su hermano. “Por un instante pido a Dios verte de nuevo… Me duele que corras por mis venas y no poderte abrazar”, dicen algunos de los versos que cantó Nelson Puliti, solista del grupo Improvisto, quien luego interpretó otra canción de tributo a los marineros.
“Es un día difícil para las familias pero es bueno realizar estos actos porque mientras sean recordados no mueren en la memoria”, dijo Gabriela Sánchez al comienzo de la ceremonia, con unas nubes que avanzaban amenazantes sobre la banquina, donde flotaban los costeros “Padrino”, “Carlos I” y “Emilia María”.
A tres años del naufragio la justicia mantiene la carátula de “Investigación de Delito”. Junto con los tres cuerpos rescatados se levantó la balsa salvavidas que estaba flotando en las inmediaciones.
El artefacto, pese a los reiterados intentos de los tripulantes por lograrlo, nunca se abrió tras el hundimiento cuando debería haberse abierto de manera automática ante la diferencia de presión