Los obreros que reclamaban deuda a Alberto Blanco llegaron a un acuerdo y levantaron la carpa instalada frente al domicilio del empresario en el barrio San Carlos. La fábrica cerró, así lo indicó REVISTA PUERTO.
Los casi una docena de obreros del pescado que durante tres semanas acamparon frente al domicilio de Alberto Blanco en el barrio San Carlos de Mar del Plata llegaron a un acuerdo con el empresario pesquero y levantaron la protesta aunque perdieron el trabajo porque la fasonera bajó la persiana.
La solución ocurrió días pasados pero se conoció en las últimas horas. “No fue el arreglo que pretendíamos pero más no nos iba a dar”, reconoció Alejandro Mascheroni ante la consulta de REVISTA PUERTO. Es filetero y uno de los que impulsó el singular reclamo frente a la casa del empresario.
“Lo habíamos levantado al acampe porque los compañeros estaban cansados y hubo mucho desgaste, a nadie le gusta estar en esta situación”, reconoció el trabajador. Cuando otro grupo se rearmó y decidió volver al acampe, desde el gremio avisaron que Blanco tenía una oferta para hacerles.
“Se ve que no le gustaba el reclamo pero otra cosa no podíamos hacer. Nos dejó en la calle y sin pagar todo lo que nos debía. Algunos compañeros decidieron seguir con el juicio laboral y otros arreglamos por lo que nos dio”, dijo el filetero.
Blanco precarizó trabajadores en la cooperativa Roca Mare, una planta ubicada en San Salvador 3161, durante más de un año. Cobraban todas las semanas y dicen que jamás vieron un recibo ni papel de la cooperativa, mucho menos seguro u obra social.
“Cerró todo y se llevó las cosas: mesadas, bachas, tanques. Pude recuperar antes mi ropa de trabajo y cuchillo como para poder hacer alguna changa. Gracias a Dios conseguí trabajo; como changa pero hay pescado y trabajo casi todos los días, de 3 a 8 de la mañana”, precisó Mascheroni.
Blanco compraba pescado en muelle y lo procesaba en Roca Mare para el mercado interno. Siempre merluza y algo de variado costero. Cuando sobraba pescado distribuía en otras fasoneras como la de Diagonal Gascón, entre las calles 49 y 51, según señalaron los trabajadores durante los días de acampe.
Antes del acuerdo que desactivó la medida, allegados al empresario aseguraban que Blanco había vendido la empresa y no tenía relación con los trabajadores.