El Secretario de Pesca de Chubut Andrés Arbeletche, dijo que se opone a cambiar las horas de marea en los fresqueros y la velocidad de navegación en horas nocturnas. Pero adelantó que propiciará la pronta apertura de aguas nacionales para acelerar un acuerdo entre los gremios y las empresas.
En el marco de la Seafood Expo de Barcelona que concluyó ayer, el secretario de Pesca de Chubut, Andrés Arbeletche, anunció en entrevista publicada por Revista Puerto que su posición será a favor de mantener la normativa vigente que establece el plan de manejo para el langostino porque entre otras cosas interferiría en el objetivo de certificar la pesquería. Por otra parte, adelantó que será partidario de dar inicio lo antes posible a la temporada de langostino en aguas nacionales cuando se discuta en el seno del Consejo Federal Pesquero, dado que considera que podría permitir arribar a un acuerdo de forma más rápida. Finalmente habló de las carencias del Estado en materia de promoción de los productos argentinos y sostuvo que para poder seguir el ritmo del mercado será necesario revisar los convenios colectivos de trabajo del personal de tierra para que logremos ser más eficientes y competitivos.
RP: ¿Confirma que pedirá la apertura anticipada de la temporada de langostino en aguas nacionales, tal como lo anunció el secretario del SOMU en Puerto Madryn?
ANDRÉS ARBELETCHE: La decisión de adelantar o no es una decisión que se toma en el seno del Consejo Federal. Nosotros consideramos que la apertura se tiene que realizar en las fechas habituales, según también la recomendación del INIDEP. Por supuesto que estoy, en lo personal, a favor de que se anticipe cuanto antes la apertura para ver si se destraba este conflicto, ojalá sea así y se puedan recuperar algunos días de pesca. Mi postura va a ser favorable a que se pueda iniciar la temporada cuanto antes. Si se abre la temporada, va a obligar a que las partes se sienten. Lo que sucedió en Chubut fue similar, al acercarse las fechas de apertura, las negociaciones fueron más rápidas.
RP: El sector decidió que no va a sacar los barcos hasta que no se acuerde con los gremios bajar un 30% en la producción, con lo cual esto puede dilatarse. Además, los fresqueros anunciaron que no saldrán a pescar si no se modifica el plan de manejo. ¿Qué impacto tiene en Chubut esta situación?
AA: Perjudica de manera importante a la provincia, sobre todo al sector de la estiba. En cuanto al abastecimiento de las plantas, después de una temporada de Rawson tan exitosa, hay mucho en cámara y mucho stock que se puede utilizar para reproceso. Es decir, va a ser un daño importante, pero no un daño gravísimo como para que las plantas no puedan trabajar. Por otro lado, recordemos que el congelado no pasa por las plantas, pero igual genera un daño importante, que nos tiene muy preocupados. Le pedí al Ministerio de Trabajo, a la Secretaria de Trabajo de Nación, que convoque a la Provincia de Chubut, que me convoque a mí y al Secretario de Trabajo para participar y cursar nuestros buenos oficios, para tratar de dar una mano, a ver si se puede llegar a un entendimiento entre las dos partes.
RP: Los fresqueros han dicho que no participarán de la temporada de langostino si no se modifica el plan de manejo en el tiempo de marea y la velocidad de arrastre en horas nocturnas. ¿Cuál es la postura de la provincia en este tema?
AA: Estamos absolutamente en contra de modificar el plan de manejo. Hoy lo que se trata es de pescar mejor, no de pescar más. Encima, estamos en el medio de un proceso de certificación de aguas nacionales y cambiar las medidas de manejo para empeorarlas no va a ayudar en nada. Insisto, necesitamos que se llegue al mercado con un producto que sea el mejor. Y está totalmente comprobado que, extendiendo las horas de pesca, extendiendo las horas de captura, llega un producto con melanosis. Es un producto que no se vende bien y deteriora la calidad, que es lo que termina haciendo bajar el precio a todo el langostino nuestro. Argentina no tiene que pensar en pescar más volumen, tiene que pensar en que valga más el recurso que tenemos. Entonces, por supuesto que estoy en contra de todo tipo de cambio de medidas de manejo que demostraron ser muy buenas, tanto en preservar el recurso, porque la cantidad que hay lo demuestra, como en mantener los valores de comercialización. En cuanto a cambiar la velocidad de arrastre, me parece que eso va a prestarse a que se pueda terminar pescando en horas nocturnas, lo cual es muy perjudicial para el recurso. En todo caso, lo que habría que revisar, y en esto sí comparto, es que los sumarios se realicen con mayor cautela y que no se imputen sanciones en casos dudosos de si está arrastrando o no. El sector está atravesando un momento difícil y no es una buena idea castigarlos con multas cuando muchas de ellas son injustas.
RP: En esta feria hemos visto que el mercado va hacia productos listos para consumir, con agregado de vegetales y salsas. Para nosotros en las condiciones actuales parece imposible alcanzar un nivel de industrialización de ese tipo.
AA: Si queremos competir con cajas de dos kilos no lo vamos a lograr y si encima de eso vamos a exportar un producto de mala calidad peor todavía, la verdad que es preocupante.
RP: ¿Pero Argentina tiene posibilidad de hacer productos de ese tipo, por nuestro contexto macroeconómico y los costos internos?
AA: Comparto la duda y era la creencia que yo tenía, que nosotros jamás íbamos a poder lograrlo porque no puedes competir con mano de obra de países donde la misma es sumamente económica. Sin embargo, tenemos empresas que tienen una base en Puerto Madryn y el proceso final lo hacen en España, listo para consumir, en bandeja, con manteca, con salsa para poner en el microondas, unos productos impresionantes. Yo le pregunto a esta empresa cómo lo logran, cuando la mano de obra en Europa es más cara y me dicen que la única diferencia que hay es la eficiencia del personal. Sale igual de caro o quizá un poquito más en Europa, pero son más eficientes. En Puerto Madryn hay que actualizar los convenios colectivos, hay que rever convenios colectivos para que sean más eficientes, sobre todo, por ejemplo, lo que es el garantizado. Muchas veces tenemos empleados que cobran un garantizado muy alto y prefieren no ir a trabajar y eso es un costo muy importante para las empresas, porque tiene que convocar más gente. Son productos de primera, listos para consumir con un montón de valor agregado, no estamos hablando de cosas imposibles, no son nanoconductores japoneses, son productos alimenticios y tenemos todos los insumos en Argentina para hacerlos, manteca, papa, zanahoria y el packaging. Entonces creo que no es imposible, pero sí hay que invertir en capacitar a la gente, nuevos convenios y mejores costos.
RP: Otra cosa que nos está faltando son políticas de promoción de nuestros productos para lograr una diferenciación ante el avance de, por ejemplo, el langostino de cultivo. ¿Se está trabajando desde el Estado junto con los privados en alguna política de este tipo?
AA: Hoy las políticas las están llevando a cabo los privados. Es un error por parte del Estado no colaborar. Hoy el Estado Nacional a este stand de “Mar Argentino” no ha aportado absolutamente nada, lo hicieron todos los privados. Me parece que es una política equivocada, porque lo que se invierte en marketing, en publicidad, vuelve después en divisas a favor del Estado. Desde la Provincia de Chubut tratamos de hacer lo que podemos con los escasos recursos que tenemos y entiendo que es insuficiente. Si nos comparamos con otros países nos quedamos muy cortos. Quizá nos hemos dormido, el sector se ha dormido en tantos años de bonanza donde no se necesitaba hacer publicidad porque se vendía solo. Hoy tenemos que competir con el vannamei y va a haber que hacer un montón de actividades para poder posicionarnos por arriba de ese langostino. Si al consumidor no se lo educa a través del marketing, en explicarle que esto es natural, no tiene antibióticos, no tiene alimento balanceado, va a seguir eligiendo por el precio.