Puerto Mar del Plata SOMU

En la Asamblea del SOMU responsabilizaron del conflicto a Fernando Álvarez Castellano

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La asamblea del SOMU en Puerto Deseado fue similar a la de Mar del Plata, pero se cometió el error de poner la responsabilidad del conflicto en una persona, Fernando Álvarez Castellano, quien no dudó en responder.

Al igual que ocurrió en Mar del Plata, el SOMU realizó en Puerto Deseado una asamblea informativa con los afiliados para ponerlos en conocimiento de los temas en discusión sobre el ajuste salarial, en realidad de los planteos del sector empresario que desconocerán hasta que sean presentados formalmente ante el Ministerio de Trabajo.

En Santa Cruz al igual que en Buenos Aires, aunque se desconozca que las empresas pretenden ajustar en un 30% los valores de producción, todos saben perfectamente de qué se trata y cuáles son los costos que ha expuesto el empresariado, como así también la rentabilidad negativa del 15% denunciada, según publicó Revista Puerto.

Es por eso que en las asambleas se plantea a los pocos tripulantes que se hacen presentes, que el sindicato no aceptará ningún tipo de ajuste ni reforma al Convenio Colectivo de Trabajo.

Incluso la agrupación “25 de Noviembre” ha difundido que “no hay nada que discutir más que los ítems básicos, los cuales se detallan a continuación: Básico de navegación; Franco; Órdenes; Guardia puerto; Plus de bodega o adicional de bodega” en el marco de los convenios celebrados con CAPECA y CAPIP. Además, sostienen que se debe respetar el Índice de Precios al Consumidor y otorgar un aumento acorde al factor inflacionario registrado”.

Hasta aquí, si bien el planteo del gremio desconoce la falta de rentabilidad de las empresas, los argumentos gremiales se circunscribir a cuestiones que se deberán definir en el ámbito natural de discusión, que es el Ministerio de Trabajo. Pero el problema que comienza a observarse es que en las asambleas el tono es de alta confrontación con la patronal y en el caso de Puerto Deseado, se ha llegado a personalizar la discusión, lo que constituye siempre un peligro en medio de conflictos de este tipo.

Según reflejó el medio local Mar y Pesca, durante la asamblea realizada en Deseado, los dirigentes Marcelo Flores y Rodrigo Rogel pusieron el foco sobre el empresario Fernando Alvarez Castellano, CEO de Conarpesa.

“Logró frenar la salida de la flota tangonera congeladora y ahora está pescando con fresqueros en el 41, sin que ningún congelador tangonero lo moleste, y eso demuestra a las claras que es el único beneficiado del conflicto”, habría indicado Flores, responsabilizándolo del conflicto y acusándolo además de tener “varios antecedentes de explotación laboral, tanto en tierra como a bordo de los barcos”.

Las acusaciones realizadas por los dirigentes tuvieron una rápida respuesta del empresario, que a pesar de encontrarse convalenciente tras dos operaciones, envió a varios medios una nota a través de su teléfono, no solo desmintiendo las acusaciones sino redoblando la apuesta.

“Al ‘Señor’ Marcelo Flores, yo no soy responsable de ningún conflicto pues no estuve ni estaré presente en ninguna negociación con los sindicatos, no mientas si no sabés, ¡ignorante!”, escribió Álvarez y agregó, “obvio, voy a acompañar a mis colegas y si veo lógico lo que acuerdan lo firmaré y si no lo veo lógico, (con estas actitudes patéticas no sé con qué ojos mirarlo), ¡no saldré a pescar!”, anunció.

Respeto de los barcos fresqueros de su empresa que hicieron una marea a langostino en el sector habilitado a la pesca, aseguró que tomó la decisión porque se rigen por un convenio diferente y “tienen derecho a trabajar, así como las 600 personas que tenemos en las plantas, la estiba, proveedores marítimos, comercios, etc.” y dijo que lo hizo para “ayudar a mi querido Chubut que dio todo”.

“Si no salen los demás es porque hoy ni a los fresqueros les dan los números, ¿o ustedes piensan que mis colegas son idiotas? Lo que pasa que no todos pueden salir a perder dinero”, señaló Álvarez. Por otra parte, desmintió las acusaciones sobre abuso laboral, citando una resolución judicial que lo avala.

Finalmente, Álvarez se dirigió a los tripulantes: “Señores marineros y maquinistas, sáquense la venda de sus ojos y no se dejen utilizar pues les aseguro que se van a arrepentir. ¡No pueden ser representados por unos dirigentes que miran sus negocios y cobran todos los meses a costa de ustedes, pesquen o no pesquen y que ni siquiera se sientan a evaluar, discutir, argumentar propuestas con las cámaras! ¡Para ellos no es no, para mí sí es si!”, concluyó prometiendo mostrar los números que los gremios “no quieren ver”.

Ya se comenzó a negociar paritarias ante el Ministerio de Trabajo, quizás sea una buena oportunidad para centrar la discusión en los números evitando los enfrentamientos personales que nunca han terminado bien y solo complican las posibilidades de llegar a un acuerdo.