El Principado de Asturias destina 1,1 millones en ayudas a acuicultura y sector pesquero. También respalda inversiones que reduzcan el impacto negativo en el medioambiente y favorezcan la utilización y calidad del agua, aumentando el caudal de salida o reduciendo el consumo mediante sistemas de recirculación de circuito cerrado
El Gobierno de Asturias destinará 1,1 millones a la concesión de ayudas a proyectos de acuicultura y a la modernización y reestructuración del sector pesquero en el periodo 2020-21, unas subvenciones cofinanciadas por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP) en un 75% y cuya cuantía es del 50% del coste de cada iniciativa.
Según ha informado el Ejecutivo, su finalidad es el fomento, mejora, sostenibilidad y modernización de proyectos de acuicultura, y favorecer actuaciones en el ámbito de la transformación y comercialización que promuevan la competitividad de las empresas pesqueras y acuícolas, además de fomentar el desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Estas subvenciones permitieron financiar el año pasado once actuaciones de diez empresas por importe de 860.000 euros.
La línea de apoyo a la acuicultura, dotada con 400.000 euros, subvenciona proyectos de diversificación de la producción y del tipo de especies cultivadas; de recuperación de estanques y lagunas; de modernización de los centros, y de mejora de la salud y bienestar de los animales.
También respalda inversiones que reduzcan el impacto negativo en el medioambiente y favorezcan la utilización y calidad del agua, aumentando el caudal de salida o reduciendo el consumo mediante sistemas de recirculación de circuito cerrado.
Por último, impulsa la creación de nuevas empresas acuícolas sostenibles y de proyectos que aumenten la eficiencia energética, el uso de energías renovables en las instalaciones o la generación de energías a partir del proceso productivo.
Por su parte la línea de transformación y comercialización, que cuenta con 700.000 euros, además de subvencionar iniciativas de protección medioambiental, permite apoyar proyectos de transformación de capturas de pescado comercial que no puedan destinarse a consumo humano.
Además, incentiva la generación de nuevos o mejores productos, procesos o sistemas de gestión y organización, búsqueda de nuevos mercados, fomento de la comercialización y la trazabilidad, y la promoción de productos sostenibles.