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Preocupación por buque británico: ¿Investigación o riesgo ambiental en el Mar Argentino?

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Buque británico en Argentina. El Consejo Federal Pesquero dejó sentado en el Acta 23 que no encontraba objeciones al ingreso del buque de investigación británico James Cook para realizar una campaña en el Mar Argentino. Esta decisión la tomó con base en notas verbales de la Embajada del Reino Unido, de las que se puede sospechar ausencia de detalles del tipo de datos que recolectarían como así también del plan de campaña y los instrumentos que se utilizarían. REVISTA PUERTO accedió a documentación que permite conocer los alcances del crucero.

Como ya hemos señalado en otro artículo sobre este tema, el buque James Cook está abocado a recolectar información para dos proyectos. Uno, el Proyecto RIBOD (Red Inteligente de Boyas Derivantes) que en principio podría considerarse aceptable, si se dejan de lado los motivos económicos, jurídicos y morales manifestados en contra de la autorización de la campaña.

Este proyecto se desarrolla en colaboración con la Universidad de Buenos Aires (UBA) y está vinculado a la iniciativa Pampa Azul. El objetivo que persigue es analizar las corrientes de submesoescala superficiales mediante el despliegue de boyas. La dirección está a cargo del doctor Martín Saraceno y participarán otros investigadores argentinos, como el doctor Alberto Piola, destacado oceanógrafo recientemente distinguido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Mar del Plata. También se prevé la incorporación de un estudiante de posgrado de la Universidad Nacional del Comahue (UNCOMA), “cuya tarea incluirá la observación de fauna, particularmente mamíferos marinos, y la implementación de protocolos de protección, considerando los posibles impactos del uso de sísmica marina”, como se indicó en el acta del CFP.

Pero hay otro proyecto que genera preocupación. Se trata del COSSMoSS (“Captación submesoescala oceánica, agitación y mezcla con sonido y simulaciones”), que tiene como objetivo principal comprender cómo fluyen los océanos en las profundidades, por debajo de las capas superficiales, en escalas que van desde decenas de metros hasta cientos de kilómetros, conocidas como corrientes de submesoescala.

La investigación se centrará en una región clave donde las aguas subtropicales del Atlántico (corriente de Brasil) se encuentran con las aguas subantárticas de la corriente de Malvinas. Este intercambio, impulsado probablemente por corrientes de submesoescala, es fundamental para la distribución de calor, sal, carbono, nutrientes esenciales para la vida marina y oxígeno en los océanos, además de influir en la productividad local, particularmente en recursos pesqueros como el calamar Illex, de gran importancia en la región.

Tal como señaló el empresario Guillermo Jacob, conocer datos biológicos del calamar illex antes del inicio de la temporada podría ser uno de los objetivos de este crucero. Información de gran valor para los ocupantes ilegales de las Islas Malvinas a la hora de vender licencias para capturar la especie en aguas argentinas bajo su dominio.

Pero además el proyecto incluye tanto simulaciones numéricas como un experimento marino destacado. La campaña en el mar se centrará en el uso de acústica y técnicas de imágenes sísmicas del océano, que consisten en emitir pulsos de sonido de baja frecuencia (~100 Hz) desde la superficie y registrar su rebote en las distintas capas subsuperficiales.

Si bien la oceanografía sísmica es actualmente la única herramienta capaz de captar con detalle estas corrientes en toda la columna de agua, este objetivo genera preocupación porque no se utilizarán únicamente los instrumentos habituales de baja frecuencia sino otros más potentes que, como indicó el Secretario de Pesca de Chubut, podrían generar daño ambiental sobre mamíferos, como la ballena franca austral.

Aunque se ha informado que la fuente sísmica es pequeña en comparación con las utilizadas en aplicaciones industriales, desde la Embajada no han especificado la potencia sonora (dB) que será emitida, un aspecto crucial para evaluar los efectos sobre la fauna marina, especialmente en una zona de alta sensibilidad biológica como la confluencia de las corrientes de Brasil y Malvinas.

Es que para complementar las imágenes sísmicas, a bordo del buque se utilizará instrumentación de avanzada, como boyas derivantes, flotadores, un amarre de profundidad y un vehículo autónomo. El sofisticado instrumental acústico incluye perfiladores de corrientes (ADCP), ecosondas monohaz y multihaz, y sistemas de cañones de aire junto con arreglos de hidrófonos, como los utilizados para la sísmica destinada al relevamiento de hidrocarburos bajo el lecho marino.

Según se ha informado, los datos recopilados servirán para entender mejor la dinámica interna del Atlántico Sudoccidental y cuantificar los intercambios regionales de energía, calor y nutrientes. Pero el equipo que llevan a bordo también les permitirá obtener imágenes detalladas de la columna de agua, registrando cambios en temperatura y salinidad con una resolución del orden de 10 metros.

Como se informó, el INIDEP no embarcará a ningún profesional de su equipo en esta campaña y se desconoce si se ha consultado a expertos o instituciones especializadas sobre los posibles impactos de este instrumental en la fauna marina. También se desconoce si al momento de consultar al INIDEP se puso a disposición toda la información o si sólo se mencionaron los aspectos generales que figuran en el Acta.

Entendidos en la materia, consultados por este medio, han señalado que garantizar que estas investigaciones no afecten los intereses nacionales ni el medioambiente es fundamental, más aún considerando la sensibilidad biológica de la región. Por lo que consideran crucial que se tomen todas las precauciones para minimizar el impacto de las actividades en un área tan vital para los ecosistemas marinos.

Fuente: revistapuerto.com.ar

Chubut

Polémica en el Atlántico Sur: Chubut sigue los pasos de Santa Cruz y negocia con China para abastecer a su flota pesquera

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China en el Atlántico Sur. Los intentos de China por consolidar un posicionamiento “oficial” en el Atlántico Sur sigue alimentando la polémica en la Patagonia. Ocurre que, a muy poco de que la firma Hongdong Fisheries alcanzara un acuerdo con el gobierno de Santa Cruz para hacerse con acceso a puertos, logística y otras asistencias, ahora la provincia de Chubut negocia un pacto similar con la representación diplomática de la potencia asiática en nuestro país. En ese sentido, China busca consolidar con el Ejecutivo chubutense un “corredor seguro” que le garantice servicios de mantenimiento a la “armada” que depreda sobre todo las poblaciones de calamar al borde la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de la Argentina.

Conformada por más de 350 barcos, durante gran parte del año la flota china saquea las especies marinas junto a la milla 201 de la mencionada ZEE. Los buques no se conforman con la rapiña del calamar:…

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