Una flota de al menos siete barcos que operan desde el puerto de la capital de Chubut se encuentra abocada a la pesquería de la especie ‘Engraulis anchoíta’, logrando buenas capturas en aguas provinciales y con la posibilidad de continuar faenando en aguas nacionales sobre este recurso.
En el momento del año en que Puerto Rawson tiene una fuerte merma de actividad por la baja temporada de langostino, la alternativa de salir a anchoíta ha comenzado a ser una opción que despierta interés comercial.
El secretario de Pesca de Chubut, Adrián Awstin, destacó que se haya comenzado a mover el circuito portuario y pesquero a través de esta alternativa, que él impulsó incluso cuando ejerció la función de concejal de Rawson.
“Estamos muy satisfechos de haber promovido la pesca de anchoíta y haber logrado que se interesen compradores y barcos en salir a pescar esta especie. Hay siete barcos en actividad. Hubo unas primeras salidas a fines de mayo, principio de junio, donde hicieron uno o dos viajes, y después vino el parate por el caso del barco con casos positivos de Covid-19”, describió sobre el movimiento generado a partir de esta especie.
6,3 gramos de grasa
“Ahora ya con los protocolos sanitarios en funcionamiento, volvieron a salir del puerto de Rawson, y están logrando capturas de muy buena calidad, tanto en tamaño, como en concentración de grasa. Si se tiene en cuenta que hasta 7 gramos por cada 100 gramos de anchoíta es lo aceptable, hemos realizado pruebas de laboratorio y la anchoíta patagónica tiene 6,3 gramos de grasa”, subrayó sobre los parámetros cualitativos que presenta el recurso.
Entre 32 y 44 piezas por kilo
Con los estudios realizados “vemos que tenemos una anchoíta de muy buena calidad, con niveles de grasa aceptables, y con unidades de muy buen tamaño. Hoy tenemos capturas de entre 32 y 44 piezas por kilo, lo cual es un tamaño óptimo para lo que pide la industria”
Área de capturas
Las concentraciones de la especie se dieron entre los paralelos 43°, 45° y el límite provincial. “Es decir, entre el límite provincial y el AIER, y vamos viendo que el recurso va teniendo un desplazamiento al norte a medida que avanza la temporada y en noviembre/diciembre está frente a Península Valdés, aproximadamente”, destalló el funcionario.
Awstin sostuvo que hasta ahora se pescó en aguas provinciales “y ya pedimos liberación de zona en Nación y ya nos abrieron, por lo que los barcos, con permiso nacional, ya pueden ir a pescar anchoíta en esa jurisdicción, depende cómo se vaya desplazando el recurso”.
Respecto del mercado destino de estas capturas, “en principio van a saladeros marplatenses. Acá en Chubut hacemos bloques de 10 kilos y salen para saladeros de Mar del Plata”, precisó.
Dinamiza la actividad
Puso en valor la disposición de los propietarios de buques que se animaron a explorar esta actividad. “Sin esta alternativa, hoy el puerto de Rawson estaría completamente parado. Merced a la opción de aprovechamiento de la especie anchoíta, hay siete barcos pescando, dando trabajo a la estiba, al transporte, hay movimiento en plantas; se mueve la rueda de la pesca en la temporada baja de langostino del puerto capitalino”, planteó.
Atraer inversiones
Asimismo, ahora el nuevo objetivo es atraer inversiones a Rawson o Trelew para el desarrollo de este producto en la provincia. “Ya mantuve una reunión con el intendente Damián Biss y voy a hacer lo propio con Adrián Maderna. En Trelew ya hay una planta habilitada para hacer anchoíta, y en Rawson también hay interés, por lo cual, vamos a buscar las herramientas tanto impositivas, como en la rebaja de los costos de los servicios en cada ciudad para incentivar inversiones e instalación de saladeros de anchoítas”, anticipó el Secretario de Pesca sobre las gestiones en marcha.
Capacitación de mano de obra
Por otro lado, se está avanzando con la Escuela Municipal de Aprendizaje Laboral (EMAL) de Rawson para preparar mano de obra calificada para esta vertiente de la pesca que es el proceso de anchoíta. La idea es habilitar una planta municipal, de las que hoy están ociosas en Rawson, ponerla en condiciones y permitirle a esta mano de obra capacitada en la EMAL que empiecen a trabajar con una planta experimental para sacar un producto de anchoíta salada en Chubut.