CAFAR Pesca Artesanal. La Cámara de la flota Artesanal de Rawson (CAFAR) quedó constituida la semana pasada y se encuentra conformada por aquellos diez permisionarios que lograron, luego de muchas idas y vueltas, la sanción de la Ley XVII N° 153 del año 2022 que modificó los alcances de los permisos de pesca artesanal “con artes de espera” a artes de arrastre de fondo y red de arrastre de fondo convencional.
La nueva entidad presidida por Nicolás Santos plantea entre sus objetivos la de “representar y promover los intereses de los permisionarios, defendiendo sus derechos e impulsando mejoras en las condiciones operativas del sector”.
Un panorama complicado para la rentabilidad del sector
La CAFAR tiene agenda propia y anticipan una serie de cuestiones que plantearán ante la autoridad de aplicación. “A lo largo de las últimas temporadas, hemos observado que los permisos otorgados no solo no nos permiten crecer como sector pesquero, sino que también están contribuyendo a la pérdida económica anual de nuestras operaciones. Los altos costos asociados, junto con las limitaciones de zona, especies y cantidad de captura, nos han colocado en una situación donde la rentabilidad es prácticamente imposible”, advierten en un primer pronunciamiento público, tras la creación de la cámara.
En este sentido, consideran que “las condiciones actuales de los permisos no son viables a largo plazo y es necesario plantear una revisión integral de las mismas”. Esta discusión planean transmitirla a los diferentes bloques parlamentarios que integran la Legislatura para promover una actualización normativa.
Entre las propuestas que barajan desde la flamante entidad de los reconvertidos artesanales está la de “defender y gestionar los derechos e intereses de los permisionarios ante las autoridades pertinentes, con un enfoque renovado en la revisión de las políticas pesqueras, especialmente el cumplimiento del artículo 7 de la Ley VII Nº 153, que regula y limita la cantidad y condiciones de los permisos otorgados”, adelantaron.
Revisión de zonas y especies permitidas
En este esquema se inscribe una revisión de la Asignación de Zonas y Especies Permitidas. “Las restricciones en las zonas de pesca y en la especie de merluza (u otras especies de interés) están limitando gravemente la capacidad de producción. Solicitamos que se reevalúen las zonas habilitadas para la pesca, ampliando las áreas de captura permitidas y flexibilizando las restricciones sobre las especies a pescar, siempre en un marco de sostenibilidad y preservación de los recursos marinos”, puntualizaron.
Otro de los ejes de discusión y análisis ser una Ajuste en la Cuota de Captura. “Las cuotas de captura son insuficientes para cubrir los costos operativos y garantizar un nivel mínimo de rentabilidad. Proponemos que se revisen estas cuotas, aumentando la cantidad permitida de captura por permisionario de manera proporcional al tamaño de la flota y a las necesidades del mercado”, precisaron.
La falta de rentabilidad: un desafío crítico
La flamante CAFAR advierte que “la falta de rentabilidad es uno de los factores clave que está llevando a los permisionarios a una crisis económica. Las condiciones actuales, como los altos costos operativos y las restricciones en las capturas, nos obligan a operar a pérdidas. Es urgente que se diseñen modelos de permisos que aseguren la rentabilidad para los permisionarios y la sostenibilidad del sector en su conjunto”, indicaron.
Cabe mencionar que a diferencia de la flota artesanal que se rige y fue ampliada por la Ley de Pesca N° 157 que está compuesta de sociedades anónimas y operan en la Zona II, estos diez permisionarios eran los que tenían permisos con ‘artes de espera’ y fueron pasados a artes de arrastre de fondo.
Revisión de cánones y costos operativos
Por otro lado, la cámara artesanal sostiene que “los cánones actuales son excesivamente altos en relación con las ganancias que se generan, lo que afecta directamente la viabilidad económica de las operaciones. Proponemos una revisión de estos costos y una posible reducción, ajustándolos a la realidad del sector pesquero artesanal, para que los permisionarios puedan competir en condiciones más equitativas frente a las flotas comerciales”, concluyeron.