El caladero de langostino en Chubut atraviesa un punto de inflexión. Con capturas medias que navegan las 90.000 toneladas anuales, las voces desde la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh) alertan sobre la necesidad de replantear las prioridades del sector. Gustavo González, presidente de la entidad, expuso con claridad una problemática que va más allá de los números: la falta de infraestructura para procesar localmente el recurso en su totalidad.
«Desde la Cámara CAFACh y los empresarios creemos realmente que no hay que seguir aumentando el esfuerzo pesquero y seguir poniendo barcos y aumentando las capturas, cuando inclusive hoy no tenemos la capacidad de procesar dentro de la provincia lo que estamos pescando», advirtió González, poniendo en el centro del debate una cuestión crítica para la producción y exportación de la actividad.
El límite del esfuerzo pesquero
A pesar de los buenos resultados de la temporada actual, el dirigente señala que la infraestructura provincial enfrenta un cuello de botella: «Ya hay un problema los días sábados, dónde ponemos el pescado. Incluso en días normales hay más cantidad de pescado que capacidad para procesarlo. No estamos siendo lo suficientemente productivos de lo que podríamos«.
La provincia exporta actualmente langostino en su forma más básica: clasificado en cajas de dos kilos, descabezado o en bloques. «Hoy estamos haciendo un proceso primario, y eso hace que exportemos un producto que vale entre 5.500 y 7.500 dólares la tonelada a otros países que, después, generan productos de valor agregado que alcanzan los 13.000 dólares por tonelada, empleando más del doble de personas de las que tenemos trabajando en la pesca».
Entendiendo esto es que insiste en que el problema no radica en la cantidad de langostino capturado, sino en cómo se gestiona y procesa: «Si lográramos ser más productivos internamente, podríamos, con la misma cantidad que estamos pescando y cuidando el recurso, duplicar las fuentes de trabajo y aumentar los niveles de divisa por exportación».
Un noviembre récord
González también celebró los logros de la temporada actual, marcados por un noviembre excepcional en capturas. «Este año, después de cinco años, logramos arrancar a trabajar en octubre y tuvimos un noviembre récord. Desde el primero de noviembre, más del 50% de las bodegas estaban llenas, y a partir del 10 de noviembre casi todos los barcos salieron con bodega completa».
Con 25.000 toneladas capturadas en noviembre, González subrayó el impacto positivo en los salarios y la economía local: «Tenemos un nivel de derrame social tremendamente importante, con unos sueldos de la pesca que son los más altos del país. Por eso valoramos tanto haber llegado a un acuerdo temprano. Con el diario de hoy, podemos decir que fue muy acertado comenzar la temporada en el mes de octubre».