Luego de un comienzo con números en rojo, mientras la zafra se concentraba en la Unidad de Manejo al sur del 44°S y Puerto Madryn recibía la mayoría de las descargas, el puerto marplatense pudo recuperarse cuando se habilitó la pesca del stock bonaerense norpatagónico y terminó redondeando cifras en verde.
El final de la temporada regaló una postal infrecuente en la costa marplatense, con unos 30 barcos fondeados esperando poder descargar. Diversos motivos generaron que el proceso de ingreso para descargar fuese lento y los poteros recortaron el horizonte costero durante varios días.
Hasta el 10 de junio las descargas de calamar contabilizaban 193.138 toneladas, 27% más que en la comparación interanual. La zafra que acaba de terminar fue la mejor de los últimos cuatro años y los números finales quedarán registrados en la estadística de la próxima semana.
Uno de los motivos por los cuales los poteros fondeados frente a la ciudad demoraron en ingresar al puerto es la falta de lugar. Los muelles interiores ya habían recibido poteros que habían terminado la temporada y se sumaron los 15 tangoneros congeladores que todavía no arrancaron con la zafra de langostino en aguas nacionales.
“Para colmo entró el Varamo y todo se hizo más lento”, contó un estibador que trabaja en una de las 8 empresas habilitadas para operar en la rama del congelado. El buque portacontenedor de Maersk amarró con sus más de 165 metros el martes 10 y ocupó toda la sección novena del muelle 2 hasta la noche del día siguiente.
El barco entró para levantar carga exportable y también bajó contenedores vacíos. Justamente ese es un elemento que falta en el muelle y obliga a las empresas poteras a descargar la bodega en camiones y llevarla a frigorífico, lo que suma costos.
Los 125 contenedores vacíos que dejó el feeder de la naviera danesa se terminaron en pocos días y los de la otra empresa, CMA-CGM, brillan por su ausencia desde hace más de 40 días.
El “Platón” ingresó por última vez los primeros días de mayo y desde entonces no volvió. CMA lo reemplazó con otro barco, el “Artemis”, que amaga con entrar desde hace veinte días. Ahora lo anunciaron para esta semana pero se desconoce por el momento cuántos contenedores vacíos bajará.
“Pequeña Marina” es la empresa de estibaje que más clientes tiene entre la flota potera. Pero tiene una sola grúa para vaciar la bodega y eso hizo más lenta toda la operatoria. Ante el desborde de clientes la empresa tercerizó el servicio con algunas de sus colegas y así se descomprimió el tiempo de espera.
Cuando no fue la falta de espacio en muelle, de contenedores vacíos o de grúas, la naturaleza también hizo su aporte para complicar las cosas. El viernes a la mañana no se pudo trabajar por los fuertes vientos que cruzaron la terminal portuaria. Hubo tres barcos, cuyos nombres no trascendieron, que se cansaron de esperar y se fueron a descargar a otro puerto. Uno de ellos tenía 600 toneladas en bodega.
Con este envión final, Mar del Plata quedará cerca de las 100 mil toneladas de calamar recibidas durante la temporada. Hasta el pasado 10 de junio sumaba 87.259 toneladas, 44% más que en la comparación interanual. Madryn sumó 64.500 toneladas, 65% más que el año pasado. Puerto Deseado sumó 35 mil toneladas, 9% menos que en 2024.
En la radiografía de las descargas de illex por flota, los poteros tuvieron una gran temporada. Hasta la semana pasada la mejora era del 32% al contabilizar 167 mil toneladas desembarcadas contra 126.500 toneladas el año pasado.
Los congeladores arrastreros tuvieron una participación estable en relación a 2024, con casi 20 mil toneladas declaradas. La flota fresquera, fruto de la abundancia del stock Bonaerense Norpatagónico al norte del 44°Sur, creció 9% en sus capturas y contabilizó casi 6 mil toneladas.