Con casi 204 mil toneladas desembarcadas, la temporada de pesca de calamar fue la mejor de los últimos años.
Pesca Nación divulgó un comunicado la semana pasada resaltando que la zafra que terminó el mes pasado fue la mejor de los últimos 17 años. La cifra superó en 33% lo desembarcado en 2024, cuando se pescaron 154 mil toneladas.
Gran parte del éxito de la temporada 2025 ocurrió en la Unidad de Manejo Norte donde la abundancia del stock bonaerense norpatagónico (SBNP) registró niveles no vistos desde hace 28 años.
“La flota potera capturó 84 mil toneladas de dicho stock, la cifra más alta de los últimos 28 años”, precisó Marcela Ivanovic, jefa del Programa Cefalópodos del INIDEP. “Una captura superior hay que encontrarla en 1998 cuando se pescaron 94 mil toneladas, con casi 150 barcos poteros pescando”, recordó la investigadora.
Este año la flota potera nacional se conformó por 78 barcos, más de la mitad de capitales chinos, quienes tuvieron rendimientos similares en ambas unidades de manejo, al sur y norte del 44°S. “La sorpresa agradable fue lo que mostró el bonaerense norpatagónico”, reconoció Ivanovic.
Para explicar los motivos de la abundancia extraordinaria, la investigadora aseguró que “hubo una conjunción de condiciones ambientales favorables el año pasado cuando estos calamares se reprodujeron. Para que haya una gran proporción de huevos que pudieran eclosionar, y esas larvas pudieran tener alimento y crecer y llegar a juveniles. Cuando alguno de estos factores no sucede la abundancia es más baja”, indicó.
Más allá de que hubo una mayor abundancia del recurso, también hubo alimento disponible en exceso como para permitir que los ejemplares tuviesen un tamaño normal. “En la última etapa de la temporada hubo tallas grandes, L en el tamaño comercial, de 30 centímetros de manga”, consideró Ivanovic.
La Jefa del Programa reveló que este año hubo una segunda cohorte en el SBNP. “Fueron ejemplares más chicos y en menor cantidad que la primera porque su concentración rápidamente disminuyó”.
Este fenómeno ocurrió en 2023 en el mismo stock y los investigadores debieron vedar el área de pesca un par de semanas para que los ejemplares aumentaran de tamaño y peso. En la reapertura de la operatoria a la pesca aquel año, la flota pudo faenar hasta la última semana de julio.
“Esos calamares crecerán y migrarán hacia el talud. La flota extranjera no los va a pescar porque ya se fue de la zona. Ahora comienza la etapa reproductiva y tenemos la esperanza que haya más reproductores”, dijo la investigadora.
Esa abundancia de la unidad de manejo norte ya se había vislumbrado con los datos recolectados durante la campaña de investigación realizada en el mes de abril. “Obtuvimos una biomasa de 100 mil toneladas, el valor más alto de los últimos años. Aunque tenemos muchos baches en la tira histórica porque no hemos podido hacer todas las campañas, es un valor muy alto”, reconoció.
Sobre los rendimientos de la flota extranjera que opera fuera de la zona económica exclusiva argentina, los investigadores estimaron una captura de 180 mil toneladas al sur del 44°S, entre el 45° y 48°S, donde hubo unos 300 buques entre las semanas 1 y 20 de la zafra. Al norte del 44°S el esfuerzo pesquero fue menor.
“Estimamos 60 barcos pescando y las capturas fueron menores, unas 30 mil toneladas –informó Ivanovic-. El mayor nivel de producción de la flota argentina no permitió que la flota extranjera pueda pescar tanto”.
Este año la flota potera sumó cinco buques, todos con un poder de pesca y capacidad de bodega mayor que muchos de los barcos que operan sobre el recurso. “En los años 90 hubo hasta ciento cincuenta poteros dentro de nuestra zona económica, entre los argentinos y los charteados. Las abundancias eran superiores a las actuales. Si se incrementa el número de barcos la velocidad de faena sería mayor y la temporada duraría menos tiempo. Pienso que con la cantidad de barcos que tenemos ahora estamos bien; no sería oportuno incrementarlo”, concluyó.