Puerto Comodoro Rivadavia
La ley establece un canon de 1 dólar por cajón de langostino descargado.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR / INFORME ESPECIAL) – “Si no se acuerda con Santa Cruz, podría haber un impacto laboral negativo para los estibadores locales”, advirtió el administrador Favio Cambareri. Sectores gremiales vinculados a la pesca y a la actividad portuaria de Comodoro Rivadavia solicitaron a diputados provinciales una suspensión temporal a la ley que estableció un canon de 1 dólar por cajón de langostino descargado, en forma transitoria hasta que la terminal de esta ciudad pueda acordar una política común con los puertos de Santa Cruz, ya que se corre el riesgo de que la desventaja comparativa incentiva a la flota fresquera de altura a operar desde esos puertos en la próxima temporada, lo que reduciría fuertemente la actividad laboral en la terminal marítima local.
La ley I nº620 creó el Fondo Ambiental Provincial, a integrarse con un arancel de 1 dólar por cada cajón de langostino fresco descargado. Lo que se evaluó en ámbitos gremiales y empresariales vinculados al puerto comodorense es que este canon, que se suma a otros tributos que de por sí afronta la actividad pesquera, podría provocar un efecto fuertemente negativo para la actividad laboral, particularmente en lo vinculado a la estiba.
“De los que operan en Comodoro, cada buque puede descargar desde 2.000 hasta 5.000 cajones y cada uno tiene alrededor de 10 descargas al mes, por temporada”, explicó Favio Cambareri, administrador del puerto comodorense, para reflejar la preocupación que se planteó a los diputados provinciales.
El tema fue tratado en una reunión entre sectores gremiales del SUPA, SOMU y STIA (es decir, estibadores, marineros y trabajadores de plantas procesadoras en tierra), junto a empresarios del sector, para advertir el impacto negativo que podría acarrear el nuevo canon.
“Nos parece bien el objetivo ambiental del canon –aclaró el funcionario-, porque tiene fines ambientales, pero tratamos de explicar a los diputados que necesitamos una suspensión temporal, hasta que podamos acordar una política común con la provincia de Santa Cruz, como hicimos en otras oportunidades, por la administración conjunta del golfo San Jorge. Hoy, la zona de pesca de altura en aguas nacionales se ubica en forma equidistante a los puertos de Comodoro, Caleta Olivia y Puerto Deseado, entonces si hay una desventaja comparativa para nosotros, la flota de altura marplatense podría optar por cualquiera de los puertos santacruceños”.
La temporada del langostino, que comienza en abril, atrae al puerto local alrededor de 60 buques fresqueros de altura, que explotan en ese período al langostino como especie objetivo, pero a partir del encarecimiento de la operación (entre 2.000 y 5.000 dólares por descarga), el riesgo para la actividad es alto.
“Creemos que vamos a tener una respuesta favorable en la próxima sesión de Legislatura –confió Cambareri-, porque no estamos pidiendo una exención permanente, sino una transición hasta que podamos acordar. Los puertos de Rawson y de Camarones tienen otra situación y operan con diferentes flotas a lo largo del año, pero para Comodoro ésta es la principal actividad y podría perderse si no podemos balancear la relación con Santa Cruz. Si no operan, se genera una crisis de trabajo para nuestro puerto”.