El empresario pesquero Raúl Cereseto, referente de la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (Cafach), se expresó con preocupación por la paralización del inicio de la temporada de langostino en aguas nacionales, frente a lo cual propuso cambiar o ampliar a los actuales interlocutores y conformar un comité de crisis que permita abrir una nueva vía de negociación.
Cereseto fue contundente: «El negocio está roto» y se mostró escéptico respecto a un eventual inicio de la temporada en julio, lo que representaría la pérdida de otro mes clave para la actividad. Según detalló, la flota está paralizada desde el 18 de marzo, lo que implicaría una pérdida acumulada de aproximadamente 89.000 toneladas en comparación con el mismo período del año anterior.
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo en torno al punto más conflictivo del Convenio Colectivo de Trabajo -el pago por producción-, Cereseto propuso revisar los representantes que hoy integran la mesa de negociación. «Si no funciona con los que están, cambiemos los interlocutores. Armemos un comité de crisis. Probemos algo distinto», enfatizó.
También sugirió que los gremios amplíen su representación incorporando a referentes de distintas agrupaciones y localidades, como Puerto Madryn o Mar del Plata, para que los trabajadores puedan participar directamente en la definición del destino de su trabajo. «La sensación es que lo que se dice en la mesa no es lo mismo que llega a los trabajadores. La negociación está rota», advirtió.
Mientras tanto, el vacío de producción ha llevado a varias empresas tanto de Chubut como de otras zonas, a comenzar a comprar langostinos de criadero de Ecuador para poder cumplir compromisos comerciales con clientes del exterior y agregó que el producto de acuicultura ya tiene aceptación en el mercado al mismo nivel que el langostino salvaje de nuestra zona.
Finalmente, valoró que el Gobierno Nacional haya comenzado a acercar propuestas, aunque consideró que aún resultan insuficientes. «La intransigencia que estamos viendo no nos hace bien», dijo en relación a la postura gremial, indicando que «hay que buscar alternativas, cambiar el esquema, y asegurar que el mensaje llegue claro y que los trabajadores decidan, por sí o por no, su futuro laboral», concluyó.