China ha aprobado una ley de guardacostas que permite a sus fuerzas de seguridad marítima usar sus armas contra embarcaciones extranjeras en las aguas reclamadas por Pekín, una medida que podría intensificar las disputas territoriales en el Pacífico oeste.
La normativa fue una de las tres aprobadas este viernes durante una reunión en Pekín de la la Asamblea Popular Nacional, máximo órgano legislativo del país asiático.
El presidente del Comité Permanente de la Asamblea, Li Zhanshu, que encabezó el encuentro, afirmó que la ley de guardacostas «proporciona garantías legales para salvaguardar efectivamente la soberanía, la seguridad y los derechos e intereses marítimos» de la nación, recoge la agencia oficial china Xinhua.
Según el borrador del proyecto de ley, publicado anteriormente en el sitio web del Asamblea Popular Nacional, los guardacostas tienen derecho a utilizar «todos los medios necesarios» —armas de mano, embarcadas o aerotransportadas— para detener o prevenir amenazas de embarcaciones extranjeras, según Reuters.
Asimismo, la ley autoriza a los oficiales de la Guardia Costera a demoler las estructuras construidas por otros países en arrecifes reclamados por China e inspeccionar embarcaciones extranjeras detectadas dentro de esas aguas. También se les permite crear zonas de exclusión temporal para evitar la entrada de naves extranjeras.
Hua Chunying, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, aseguró que la nueva ley está en consonancia con las prácticas internacionales.
La medida es el último paso del Partido Comunista de China para empoderar a su Guardia Costera, fue formada en 2013 mediante la fusión de varias agencias marítimas, y que se transfirió al mando de la Policía Armada Popular en 2018.
China mantiene disputas de soberanía marítima con Japón en el mar de la China Oriental y está involucrado en una disputa separada con varios países del Sudeste Asiático en el mar de la China Meridional.