El 1 de marzo se abre el período legislativo en un año cruzado por elecciones en abril, junio, agosto y octubre. En plena campaña en marcha no se percibe voluntad política de una reforma integral de la Ley General de Pesca.
El gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, realizará este viernes la apertura de sesiones ordinarias de la Cámara de Diputados y brindará su discurso inaugural del periodo legislativo, el último del actual mandato constitucional que debió asumir tras el fallecimiento del gobernador Mario Das Neves.
Como es de rigor se repasa lo acontecido en el último año y las proyecciones de gestión de gobierno para el año en curso, como también las premisas que su administración tiene en materia legislativa.
En Chubut hubo tibios amagues para actualizar la Ley de Pesca, aunque no se lograron construir consensos, ni sectoriales dentro de la propia actividad, ni tampoco políticos, ya que no se puede soslayar la heterogeneidad de la composición de la actual Cámara de Diputados, donde el oficialismo es minoría.
Se transita un año electoral, donde la campaña ya está en marcha, y cada tema que se tira a la escena pública corre el riesgo de quedar contaminado por los vaivenes y la ferocidad de las pujas políticas electoralistas. Aunque en rigor; la pesca, no aparece en la agenda de prioridades de los diferentes partidos políticos que se disputan el poder.
Después del petróleo, la industria pesquera es el segundo pilar exportador de Chubut. De la actividad dependen alrededor de 7.500 empleos en forma directa e indirecta. Y la rueda económica de la pesca tiene una muy fuerte incidencia en las economías locales de Puerto Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia, con su correlato en la faz social.
Con todo, la dinámica que ha impuesto el langostino con niveles de capturas récords, las plantas de procesamiento trabajando, y las empresas exportando, ha hecho que la pesca no sea un tema de agenda política, salvo cuando aparece algún foco de conflictividad.
El actual gobierno provincial exploró, sin éxito, una ronda de consultas, hacia adentro del sector, con la constitución de mesas de trabajo, para analizar y cosechar propuestas para el armado de una nueva Ley General de Pesca. En realidad, aportes hubo, se trabajó en talleres, se elaboraron documentos, cada estratificación de flota expresó sus pareceres, las plantas generadoras de empleo en tierra plantearon sus inquietudes, y hasta los sindicatos fueron consultados.
Ese trabajo de base, impulsado desde la Secretaría de Pesca, no se tradujo en la redacción de un instrumento legislativo para ser elevado al parlamento unicameral de la provincia para su tratamiento. El motivo fue que el oficialismo tenía, y tiene actualmente, minoría en la Legislatura. La modificación de fondo de la legislación pesquera que, dicho sea de paso, tiene parte de su articulado declarado inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, requiere de “consensos amplios” hacia adentro de la actividad, y también consensos políticos entre los diversos sectores con representatividad parlamentaria.
Este viernes se inaugura el período de sesiones ordinarias, con procesos electorales en marcha para abril, junio, agosto y octubre. Para mediados de año está definida la composición de la Legislatura que asumirá el 10 de diciembre.
Este escenario torna improbable, aunque en términos políticos todo es posible, que prospere este año una reforma integral de la legislación pesquera provincial. Un debate pendiente que en algún momento habrá que dar.
Revista Puerto