El INIDEP inició una campaña inédita para estudiar la dinámica poblacional de los llamados “peces pelágicos grandes” en el Banco de Pez Limón.
Con técnicas de pesca deportiva, telemetría satelital y análisis biológicos avanzados, el objetivo es comprender mejor una de las especies más deportivas y deseadas por los aficionados.
Pez limón
De acuerdo con weekend. El pez limón es, desde hace años, una figurita difícil para los pescadores deportivos.
Potente, veloz, combativo, capaz de desafiar equipos enteros y entregar peleas memorables.
Es buscado por embarcaciones especializadas de toda la costa bonaerense y patagónica.
Sin embargo, pese a su creciente importancia recreativa y comercial, hasta hoy el Mar Argentino carecía de estudios de base sistemáticos que aportaran datos concretos sobre su dinámica poblacional, distribución y estructura biológica.
Eso empezó a cambiar el pasado jueves 11 de diciembre, cuando el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) puso en marcha la primera campaña.
Destinada al grupo de “peces pelágicos grandes” (PPG) en el área del Banco de Pez Limón, a bordo del Buque de Investigación Pesquera Oceanográfica (BIPO) Mar Argentino.
Se trata de un hito científico: es la primera vez que se realiza un trabajo específico de estas características, enfocado no sólo en el pez limón (Seriola lalandi).
Sino también en especies acompañantes como anchoa de banco (Pomatomus saltatrix) y diferentes atunes, predadores que comparten zonas marítimas, presas y comportamientos migratorios.
Un objetivo ambicioso para una zona clave
El propósito central del crucero científico es incrementar el conocimiento biológico, ecológico y reproductivo de los PPG.
El Banco de Pez Limón es una referencia conocida por guías y pescadores por su abundancia.
Y por las capturas récord registradas en algunas temporadas, pero para la ciencia aún guarda más incógnitas que certezas.
¿Cómo se mueve la población? ¿Qué áreas prefiere según la época del año? ¿Dónde se reproduce? ¿Cómo responde a los cambios ambientales?
Esas son preguntas que hoy no tienen respuesta certera y que condicionan cualquier manejo futuro.
Capturas
Las capturas se obtendrán a partir de complementar el uso de equipos de pesca deportiva y red de media agua. Se evaluarán los rendimientos de pesca en relación con el método/técnica utilizada (jigging – trolling).
Se analizará la proporción de sexos, se identificará macroscópicamente el estadio de madurez sexual y se colectarán gónadas para estudios histológicos.
Además, se estudiará la dieta a partir del análisis de los contenidos estomacales, se obtendrán muestras para aplicar enfoques integrados (genética, parasitología, morfología y morfometría y microquímica de otolitos).
Con el objetivo de caracterizar la estructura poblacional de los PPG. Estas técnicas permitirán determinar estructuras poblacionales, posibles subpoblaciones, áreas de origen.
Y desplazamientos ambientales, información clave para el manejo sostenible. La campaña también incorpora telemetría satelital para relacionar actividad y presencia con parámetros oceanográficos.
Temperatura, salinidad, corrientes, clorofila y cruzarla con ecoregistros y respuesta acústica, con el fin de identificar tipos de fondo y condiciones tróficas.
Para el pescador deportivo, entender qué variables oceanográficas “encienden” la actividad del pez limón puede significar una revolución: elegir días, zonas y profundidades con criterio basado en evidencia.
Un recurso deportivo que crece
En la última década, el pez limón se consolidó como uno de los trofeos preferidos de la pesca embarcada en la Argentina, sobre todo entre quienes practican jigging pesado y popping.
Cada temporada aparecen más operadores especializados, más excursiones y más equipos diseñados para soportar la potencia de esta especie.
Sin embargo, esa popularidad exige información.
Un recurso deportivo puede transformarse en vulnerable si no se conocen sus ciclos reproductivos, su reclutamiento o su velocidad de crecimiento.
Esta campaña, en ese sentido, siembra los primeros datos duros para decisiones futuras.
El pez limón, alguna vez un mito reservado a pocos, entra por primera vez al radar científico argentino.
Un paso necesario para comprenderlo. Y, quizá, para seguir pescándolo por muchos años más.