Ayer zarpó desde el puerto de Ingeniero White el buque Bogavante Segundo con investigadores del Programa Crustáceos del INIDEP. Durará 20 días y evaluará en el Golfo San Jorge y el litoral de Chubut la abundancia de la especie. Los resultados serán determinantes para el pronóstico de la temporada 2019 y para saber si se debe reducir el esfuerzo.
El buque pesquero Bogavante Segundo una vez más es puesto a disposición de los investigadores del Programa de Crustáceos del INIDEP que evaluarán durante 20 días la pesquería de langostino. El barco zarpó ayer desde el puerto bonaerense de Ingeniero White para realizar la campaña de verano en el Golfo San Jorge y el litoral de Chubut, en el área comprendida entre las latitudes 43º30′ S y 47º15′ S y al oeste de la longitud 064°00’ W.
El objetivo de la campaña será verificar la presencia de concentraciones de langostino accesible y vulnerable a la red tangonera comercial; el análisis de la distribución espacial de las hembras maduras y de las hembras impregnadas, estimación de índices de fecundidad, maduración ovárica y talla de primera madurez.
A partir de la información recolectada se podrá saber si la disminución de la abundancia observada en la campaña de noviembre se mantiene. La baja fue de un 21% y los investigadores la atribuyeron principalmente a un desplazamiento espaciotemporal de reproductores y de ejemplares en crecimiento que podía deberse a factores relacionados con cambios en el ambiente o a la presión pesquera.
En el informe de esa campaña indicaron que el aumento constante del esfuerzo pesquero aplicado en las últimas temporadas de pesca puede traer aparejada una sobrepesca del reclutamiento, “en donde la cantidad de adultos reproductores que sobrevivieron a la pesca no es la suficiente para mantener los niveles de biomasa observada en las temporadas anteriores”.
Si bien el investigador Juan de la Garza, en una entrevista con REVISTA PUERTO, aclaró que no se estaba en una situación de alarma y que en el caso de comprobarse la disminución de la abundancia el recurso no va a estar en riesgo, indicó que habrá “que saber manejarlo, no es que vamos a ir en picada, eso no va a pasar, pero se les dijo desde hace muchos años que a esta gran expansión de la biomasa, el sistema le va a poner un límite y después tiene que bajar porque es natural y se tiene que acomodar en el nuevo sistema. Si subió fue porque hubo un desequilibrio en todo el sistema y se tiene que volver a acomodar”.
A su vez, en el último informe publicado sobre el desarrollo de la temporada 2018, los investigadores avisaron que “de corroborarse la disminución de la biomasa de langostino disponible para su cosecha en la temporada de pesca 2019 con la información proveniente de la próxima campaña estival de evaluación del langostino, deberá procederse con suma cautela a los fines de regular los niveles de esfuerzo pesquero con el fin de no comprometer la sustentabilidad de la pesquería”.
En 2018 operaron sobre el recurso 302 barcos que implicaron un aumento del esfuerzo aplicado del 17% respecto al año anterior; pero las capturas por unidad de esfuerzo (kilos por hora) fueron menores a las de las temporadas 2016 y 2017. El incremento en las capturas fue del 3,6%, mientras que entre las temporadas de pesca 2016 y 2017 hubo un incremento del 26% en las descargas con un 4% de incremento en el número de barcos.
De la Garza indicó oportunamente a este medio que la autoridad de aplicación cuenta con muchas herramientas para regular el esfuerzo, como reducir los días de pesca, los cajones o los barcos. “No decimos que debe parar la pesca, ni que debemos alarmarnos; pero el hecho de que estén trabajando todos los barcos en el mismo momento sobre el mismo recurso va a tener un efecto y hay que manejarlo de forma de ir a buen puerto para poder mantener el recurso”, sostuvo el especialista.
Desde que se conocieron estos resultados el Consejo Federal Pesquero se ha comportado de forma indiferente a las recomendaciones y siguió aprobando reformulaciones de permisos que permiten el ingreso de más barcos al caladero. Los resultados de esta campaña serán determinantes en la toma de decisiones de política pesquera aplicada sobre el langostino.
Revista Puerto