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STIA frena 80 nuevos empleos en Greciamar: langostinos tirados y conflicto en Madryn

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Conflicto Greciamar STIA Langostinos. Ochenta trabajadores firmaron ayer contrato para ingresar a una nueva línea de producción de pelado desvenado en la planta pesquera Greciamar, ubicada en el parque industrial pesquero de Puerto Madryn, pero el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) ordenó a los empleados que hagan abandono de sus lugares de trabajo dejando gran cantidad de langostino tirado sobre las mesas sin procesar.

Desde comienzos de año, la empresa buscaba alternativas para abrir un turno especial, diferente a los turnos tradicionales de procesamiento, para que puntualmente realicen tarea de ‘pelado desvenado’ de langostino. El objetivo de la firma que pertenece al Grupo San Isidro era sumar un total de 120 nuevos trabajadores.

Los turnos tradicionales son turnos móviles que se adecúan respecto al momento que ingresan los barcos a Rawson y se traslada la materia prima, langostino fresco, para su procesamiento en las plantas del grupo empresario.

En tanto, esta ‘nueva línea de producción’ que se pretendía poner en marcha, generando un centenar de nuevos empleos en Puerto Madryn, iba a realizar la tarea especifica de un producto de cierto valor agregado como el pelado desvenado.

Ante las condiciones de exigencias actuales de los mercados internacionales se exploran alternativas para atender esa demanda, y cuando se encuentra un determinado nicho de mercado que demanda productos puntuales, y se cierran acuerdos comerciales. El sistema productivo de la planta de procesamiento se la configura para esos fines y en ese marco, San Isidro intentó generar una línea especifica que se dedicara a la generación de esos productos en sus plantas de Greciamar y La Escalerona.

El Sindicato de la Alimentación se negó a aceptar esa modalidad, y la empresa recurrió a la Secretaría de Trabajo de Chubut para que clarificara si ese esquema de contratos se enmarcaba en la legislación laboral vigente, y la autoridad laboral avaló esa modalidad para los nuevos contratos que se celebrasen en esos términos, publicó rp.

Así las cosas, la compañía convocó a una nómina de personas para incorporarse a esas tareas, y desde el STIA se pretendió forzar que ellos iban a decidir el listado de incorporaciones.

Con todo, este jueves se convocó a los trabajadores para la firma de los respectivos contratos de trabajo y el inicio de tareas en la planta de Greciamar, en base a las condiciones que la Subsecretaría de Pesca avaló.

El Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación con el secretario Gremial, José ‘Pepe’ Díaz, a la cabeza inició acciones desde hora temprana en la pesquera, primero con una inspección de seguridad, en el turno mañana, donde se observó una muy fuerte caída de los rendimientos de producción, claramente, se aplicó ‘trabajo a desgano’.

Por la tarde, cuando este personal que iba a empezar a realizar ‘pelado desvenado’ ingresó a las instalaciones y habiendo firmado los respectivos contratos e iniciado las tareas de proceso, una comisión del STIA liderada por Díaz, junto a dos empleadas de la delegación local de la Subsecretaría de Trabajo se hicieron presentes y entraron a la planta. Todo el personal fue sacado de sus lugares de trabajo y reunidos en el comedor, dos horas más tarde, el directivo del STIA comunicó que esos trabajadores se iban a ir y que no aceptaban los contratos que voluntariamente habían firmado.

La planta fue vaciada de personal dejando toneladas de langostino tirado en las mesas y cajones fuera de los dispositivos de refrigeración, provocando la pérdida de toda esa mercadería. Los empleados habían firmado los contratos y el gremio les ordenó que abandonen sus lugares de trabajo, y se fueron de las instalaciones.

El hecho es inaudito, ya que hace mucho tiempo no se crean cien nuevos empleos, y cuando se pone en marcha una nueva línea productiva, el STIA con sus ya tradicionales métodos de presión, amenazas y amedrentamiento le asesta otro golpe a la industria pesquera de Chubut.

Fue en ese contexto que este periodista realizaba la cobertura de lo que sería la generación de ochenta nuevos puestos de trabajo en la pesca de Puerto Madryn, cuando el dirigente sindical perpetró el cobarde ataque y agresión física hacia mi persona, con amenazas e intimidaciones por el ejercicio de mi profesión, en la que en oportunidades diversas he señalado el perfil violento de facciones del STIA de Puerto Madryn.

Con todo, ha sido un día en que la pesca perdió. Casi un centenar de personas se vieron impedidas de iniciar una relación laboral. Y, otra vez, la barbarie y los viejos métodos violentos fueron puestos en práctica por José ‘Pepe’ Díaz pretendiendo amedrentar y silenciar a los medios de comunicación que opinan distinto.