La Prefectura Naval Argentina a través de la División de Seguridad de la Navegación y Protección Ambiental dispuso finalizar la «autorización» de embarco mediante la potencia reducida a partir del 1 de diciembre del corriente año y consecuentemente «para conformar las Dotaciones Mínimas de Seguridad al momento de formalizar el embarco de personal de la marina mercante para el área de máquinas, deberá considerarse siempre la Potencia Efectiva Total (PET) del Certificado Nacional de Seguridad de la Navegación». Esto ha implicado que la autoridad marítima exigiera a los barcos artesanales de Rawson de acuerdo a su potencia la obligatoriedad de incorporar un maquinista en su dotación de personal. Esto se empezó a exigir desde ayer y las empresas armadoras o propietarios de los barcos artesanales resolvieron bajar a un marinero para reemplazarlo por el maquinista.
Esto disparó un inesperado conflicto en el puerto de Rawson, en plena temporada de pesca de langostino en aguas provinciales. El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) decretó este lunes un paro de actividades y así lo notificó ante la Secretaría de Trabajo de Chubut.
“Los mal llamados artesanales”
Los delegados del SOMU de Rawson, Daniel Cisterna y Gustavo Viel notificaron de la medida de fuerza a la autoridad laboral, como así también a la Secretaría de Pesca, a la Prefectura Naval Argentina y la Asociación Civil de Pescadores Artesanales de Rawson (APARCh) en la que indicaron que «tal fuera advertido en reiteradas oportunidades por esta entidad sindical a lo largo de los últimos meses, y atento a la reciente decisión de los armadores de los mal denominados ‘buques artesanales’ que operan en Puerto Rawson, efectuada en la madrugada del día 01/12/2025, en donde se procedió a desembarcar a un marinero aduciendo la necesidad de embarcar a un maquinista, en torno a la decisión de la Prefectura Naval Argentina de despachar dichos buques en virtud de la Potencia Efectiva Total y no de la Potencia Reducida, tal cual se viene haciendo hace años, nos vemos en la obligación de tomar medidas de fuerza sobre dicha flota en pos de la defensa de los puestos de trabajo de los trabajadores marineros y el estricto cumplimiento de la legislación laboral y de la navegación», adujeron al anunciar el paro.
Una grave denuncia
En esa notificación, el SOMU lanza una severa denuncia al señalar que los barcos ingresan con mayor cantidad de cajones que lo que permite la Ley de Pesca, lo cual de ser cierto representa un hecho por demás grave. «Así las cosas y tal cual también ya fuera advertido, en el último tiempo, dichas embarcaciones se vieron llamativamente favorecidas por decisiones y leyes locales que se contraponen con leyes y reglamentaciones nacionales, en virtud de las cuales no solo lograron acrecentar su tamaño (eslora), sino su capacidad notable de pesca», expusieron desde el gremio en referencia a que la nueva Ley de Pesca de Chubut autorizó incrementar la eslora de 9,90 metros a 10,50 metros y se pasó de un máximo de 100 cajones de langostino a 550 cajones por viaje.
Pero el SOMU denuncia que «hoy en día, dichos buques ingresan en ocasiones con 600 o 700 cajones de pesca, cuando hace apenas poco tiempo su capacidad máxima era de apenas 200 o 300», dice al señalar la presunta violación de la normativa vigente y una grave falla en los controles de la Secretaría de Pesca de Chubut.
Sumar un maquinista sin bajar un marinero
«De tal forma, es inviable que, a mayor esfuerzo por parte de la tripulación, exista menos trabajadores afectados a dicha labor, es decir, la maniobra de pesca es inviable sea realizada por menos de cuatro marineros, ello por una cuestión simple de seguridad y de capacidad de explotación», argumentan.
Por consiguiente, el SOMU de Rawson advierte que «no permitiremos que se reduzcan las fuentes de trabajo y mucho menos que se afecte la seguridad de la navegación. Por ello, resulta evidente que la cámara de armadores de los mal llamados buques artesanales, buscan un conflicto entre sindicatos, cuando lo único que deberían hacer -en caso de corresponder- es a la misma tripulación necesaria para realizar la maniobra de pesca, adicionar el personal de máquinas cuya única función será trabajar sobre la propulsión del buque», concluyen Cisterna y Viel.