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Crías de peces se alimentan de plástico en sus primeras semanas de vida de acuerdo a estudios

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Investigadores diseccionaron 658 crías de peces y encontraron partículas plásticas en 42 de ellas. Algunos de los peces afectados pertenecen a especies que las personas consumen, incluyendo el pez espada y el mahi-mahi (Oceana Chile).

Los peces larvarios en la costa oeste de la isla de Hawaii están comiendo plástico a semanas de la eclosión, según un estudio reciente del Centro de Ciencias Pesqueras de las Islas del Pacífico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos.

Los investigadores diseccionaron 658 crías de peces y encontraron partículas plásticas en 42 de ellas. Algunos de los peces afectados pertenecen a especies que las personas consumen, incluyendo el pez espada y el mahi-mahi. El pez volador, otra especie que ha consumido plástico, es un importante recurso alimenticio del atún. Esto es particularmente preocupante porque los plásticos ingeridos por peces en estado larval pueden potencialmente subir por la cadena alimenticia cuando estos animales son ingeridos por aves o peces más grandes.

La literatura científica indica que los plásticos son dañinos para muchas especies marinas, desde tortugas de mar a jaibas y corales. Sin embargo, se cree que el estudio de la NOAA es el primero en enfocarse en la ingesta de plástico por parte de peces larvarios en ecosistemas marinos tropicales.

También destaca la presencia desproporcionada de plásticos en las capas superficiales del mar de Hawaii, que son largas y angostas fajas de agua en las que se demostró la existencia de criaderos de peces y altas densidades de larvas, fitoplancton y zooplancton. Los investigadores descubrieron que la densidad plástica media en estas “capas” era 126 veces mayor a la de aguas circundantes.

“Para poner esto en contexto, las densidades plásticas medias y máximas en estas fajas a lo largo de Hawaii Oeste eran 8,0 y 12,7 veces más altas que las densidades plásticas respectivas de las muestras recientemente obtenidas en la Isla de Basura del Océano Pacífico”, señalaron los autores en su estudio.

Aquí, los plásticos superan a los peces larvarios siete a uno – y como resultado, los peces en sí se están volviendo un poco más plásticos.

Falso alimento para peces

Los peces larvarios típicamente se alimentan de comida de menos de 1 mm, y mucho de los plásticos encontrados en estas “capas” estaban dentro de esta medida. Los investigadores plantearon que los peces podrían estar confundiendo los filamentos plásticos con las antenas de los copépodos de los cuales se alimentan.

En el contexto de este estudio, “microplásticos” es una etiqueta demasiado amplia para los tipos de plástico que los peces habían ingerido, según indicó a Oceana el Dr. Jamison Gove, uno de los investigadores. El término generalmente se refiere a plásticos que miden cerca de 5 mm o menos, pero el mayor riesgo para los peces larvarios podrían ser piezas incluso más pequeñas, de menos de 1 mm.

“Los plásticos que no vemos son los potencialmente más dañinos para la red alimenticia marina, y muchos de los plásticos se descomponen de piezas más grandes”, dice Gove. “Se ven como que están desgastados y fragmentados. Es probable que éstos alguna vez fueron piezas más grandes, como una botella de agua, y se descomponen en pedazos más y más pequeños”.

Además de los plásticos de mayor tamaño que se descomponen con el tiempo, los tipos de microesferas que se encuentran en algunos productos de higiene personal son otra fuente de plásticos minúsculos. Y una vez que estos objetos foráneos ingresan al océano, son prácticamente imposibles de eliminar.

“No hay mucho que hacer sobre los plásticos de menos de 1 mm,” dice Gove. “No sé si existe una tecnología que pueda limpiarlos”.

Con cerca de 17,6 billones de libras de plástico que terminan en ambientes marinos cada año, la cantidad de “plásticos del tamaño de alimento” en las “capas” superficiales del océano probablemente aumentará a medida que nuestra basura plástica se fragmenta y se degrada, señalan los autores del estudio.

¿Una “sentencia de muerte” para las crías de peces?

En otros experimentos, algunas especies de plancton, lombriz marina y peces adultos consumieron sus alimentos de manera menos eficiente luego de ingerir plástico. Estudios también demuestran que las jaibas tienen dificultad para respirar luego de consumir plástico, y los microplásticos afectan el crecimiento de los erizos de mar.

Pero cuando se trata de crías de peces, existe mucha incertidumbre. Se ha llevado a cabo bastante investigación acerca de la ingesta de plástico en peces adultos, pero muy pocos estudios examinan la ingesta en peces larvarios.

“¿Es el consumo de plástico una sentencia de muerte para las crías de peces? Y si es así, ¿qué significado tiene para los peces adultos? (Estas son) preguntas sin respuesta que esperamos poder responder”, dijo Gove.

Gove piensa continuar investigando este tema y actualmente se encuentra buscando opciones de financiamiento. Mientras tanto, Gove enfatizó la necesidad de “cerrar la llave” y abordar la raíz del problema: la producción, venta y uso de plástico de un solo uso.

“La mayoría de las personas estarían de acuerdo con que no tiene sentido fabricar algo que dura cientos de años y que sólo utilizamos por unos minutos, como máximo”, dijo Gove.

Agregó que, “tenemos todas las habilidades como sociedad de tomar los pasos necesarios para reducir la cantidad de plástico que va al océano, y más importante aún, de reducir la venta y uso de plástico”.

Langostino Pesca

Datos preliminares de la pesca de langostino sostienen que “es el mejor noviembre de los últimos años”

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La temporada 2024-2025 de la pesca de langostino inició oficialmente el pasado 3 de noviembre, y durante las dos primeras semanas de actividad, los datos preliminares reportados por el Programa de Observadores a Bordo arrojan resultados alentadores, argumentando que «es el mejor noviembre de los últimos años». Aunque ciertas tendencias llaman «a una evaluación precautoria», indicaron.

Entre el 3 y el 16 de noviembre, los indicadores clave «mostraron un sólido desempeño». Se registró un promedio de pesca de 2.346 kg/h, superando ampliamente el mínimo requerido de 450 kg/h.

En tanto, el bycatch de merluza se mantuvo por debajo del 15%, con un promedio de solo 2%. La proporción de ejemplares menores a L5 fue apenas el 1% de los ejemplares capturados, respetando el límite del 5%. Estos resultados «confirman el cumplimiento de los estándares necesarios para mantener abierta el área de…

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