Langostino
A partir de una idea del reconocido chef español Borja Blazquez, en Río Negro quieren utilizar la cabeza del langostino para producir un extracto en polvo comestible. “La idea es poder usar el residuo de langostino, exclusivamente la cabeza, porque hemos desarrollado un extracto en polvo para uso alimenticio”, explicó durante su visita días atrás a la Terminal Pesquera Artesanal (TPA) ubicada en San Antonio Oeste.
Blazquez explicó que “el problema de los residuos es grave y puede ser peor. Nosotros venimos a solucionar esto ya que, por cada 1000 kilos de residuo, yo obtengo 500 para hacer el extracto y lo que resta no tiene carga biológica, es como si tiraras al medio ambiente uñas y pelos”, explicó el famoso chef.
El extracto en polvo creado tiene unas características completamente novedosas por el tipo de receta y elaboración. “Como no existía el método de elaboración y el producto final, pudimos lograr las patentes en más de 18 países”, señaló el chef.
“El polvo es único y tiene unas prestaciones muchísimo mayores a todo lo que existe en el mercado. Esto amerita consolidar una empresa formal que se dedique a hacer este extracto aquí en San Antonio Oeste”, señaló.
Respecto a los requisitos y las reglamentaciones necesarias para avanzar con el proyecto, el chef explicó que ya se encuentra trabajando con el Senasa, ya que “la materia prima es el residuo de langostino pero, para ser usado como materia prima, desde que entra el langostino a la Planta se tiene que tratar de manera particular, la cabeza al igual que la cola. Esto implica un trabajo de concientización y organización para lo que hoy es considerado basura, se cuide”.
El producto tiene mucho potencial como extracto alimenticio, tiene más proteínas que la carne y más propiedades antioxidantes que el aceite de oliva. Además también resulta apto para su uso en la industria farmacéutica, por su alto contenido de astaxantina, que es un poderoso antioxidante, o como alimento de ganado e insumo para la piscicultura.
“Este polvo que nosotros extraemos, de lo que hoy se pudre en el medio ambiente, resulta tener el doble de proteínas que la carne. Por lo tanto, 100 gramos de nuestro polvo equivalen a 200 gramos de carne de vaca, por lo que también puede utilizarse para combatir la desnutrición”, agregó.
“Ahora estamos trabajando en la documentación que necesitamos para poder empezar a comprar las máquinas e instalarnos para noviembre. En diciembre me gustaría estar cocinando langostinos aquí”, concluyó Blazquez.