Langostino
Merluza
Puerto Comodoro Rivadavia
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria decomisó 20 toneladas de filet de merluza y 100 kilos de langostinos en Comodoro Rivadavia.
El Senasa decomisó 20 toneladas de filet de merluza en un establecimiento frigorífico, luego de que no se aprobaran los exámenes organolépticos de rutina practicados en el laboratorio del organismo, así como 100 kilos de langostinos que habían sido descabezados sobre cubierta de un buque fresquero.
Con el objetivo de resguardar la salud de los consumidores, proteger a los productores responsables, salvaguardar la sanidad animal y preservar el medio ambiente, el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) decomisó 20 toneladas de filet de merluza y 100 kilos de langostinos durante procedimientos de control sanitario efectuados en el Puerto de Comodoro Rivadavia.
En ambos operativos, los funcionarios del servicio nacional decomisaron la mercadería no apta para el consumo humano, labraron actas de infracción, y procedieron a la desnaturalización de los productos en establecimientos pesqueros, ya que transgredían la normativa sanitaria vigente del Código Alimentario argentino y el decreto 4238/68.
Según se informó, las 20 toneladas de filet de merluza fueron incautadas en un establecimiento frigorífico, luego de que no se aprobaran los exámenes organolépticos de rutina practicados en el laboratorio del organismo.
En tanto, los 100 kilos de langostinos habían sido descabezados sobre la cubierta de un buque fresquero, en el marco de los controles operativos que se llevan adelante periódicamente junto con la Dirección Nacional de Coordinación Pesquera.
Este fue el segundo operativo importante que realizó este mes el organismo en esta ciudad. El 15 de junio, el Senasa también había decomisado 500 kilos de langostino descabezado en buques fresqueros.
Se debe recordar que esos buques cuentan con habilitación para captura, pero no para procesamiento a bordo, dado que no poseen las instalaciones necesarias para llevar adelante las buenas prácticas de manufactura.
Cabe resaltar que el producto elaborado en esas condiciones no da las garantías de inocuidad para su consumo y puede ingresar a un circuito informal de comercialización, transgrediendo las normativas sanitarias vigentes.