La merluza negra, uno de los productos más cotizados de los que se capturan en aguas del Mar Argentino, ya tiene su propio “protocolo de calidad” para aquellas empresas pesqueras que quieran diferenciar sus productos en el mercado internacional.
El protocolo, aprobado hoy por Resolución 15 de la Secretaría de Alimentos, apunta a “garantizar a los clientes y consumidores que la Merluza Negra de nuestro país conserva efectivamente los atributos diferenciadores de valor”.
Las empresas que acepten voluntariamente aplicar y certificar su trabajo relacionado con esta especie, podrán luego aspirar a utilizar el sello de calidad “Alimentos Argentinos” en sus envases; a la vez, la utilización de ese sello implica una mejora de medio punto porcentual en los reintegros a la exportación.
En 2017, según datos de la Subsecretaría de Pesca, en el país se capturaron 3.669 toneladas de merluza negra, un volumen muy pequeño si se lo compara con el que se obtiene de merluza hubbsi o común. Pero debido a su alto precio, “dicha especie se ha convertido en un valioso recurso para la actividad pesquera dentro del Mar Argentino”, aclaró la resolución.
El flamante protocolo establece como rasgo fundamental que “la Merluza Negra debe provenir de la captura permitida por la autoridad pesquera responsable tanto nacional y/o provincial y llevarse a cabo dentro de un marco normativo para el manejo de la pesquería”.
Para ostentar el sello de calidad, se indica que “el producto a ser congelado debe estar limpio y poseer olor a mar, porción muscular color blanco intenso, sin rotura de la pared abdominal, ni parásitos externos, sin restos de vísceras, y no debe presentar alteraciones que indiquen contaminación o deterioro”.
