Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Universidad de Cádiz, Universidad de Lleida (España) y de la Católica de la Santísima Concepción (Chile) han desarrollado un indicador que evalúa la eficiencia de los espacios protegidos en términos de biodiversidad, biomasa, y aspectos relevantes de la comunidad de peces marinos.
Así, los equipos de investigación han obtenido un modelo que permite conocer la eficacia de las reservas marinas frente a zonas carentes de protección. Los especialistas combinan nueve variables en el Índice de Estado de Conservación (CSI) para concluir que los entornos protegidos albergan más biomasa de peces que su variedad.
El estudio, que se realizó en 22 reservas del entorno de la península Ibérica, islas Baleares, Canarias y norte de África (20 de ellas en aguas españolas), evidencia que los resultados dependen del lugar y de la característica estudiada. “La eficiencia de las figuras de protección estudiadas varía según la ecoregión marina (el área geográfica) y la dimensión analizada de la comunidad de peces, no todas las zonas protegidas presentan el mismo funcionamiento”, indica José A. Sanabria-Fernández, autor principal del estudio ‘Marine protected areas are more effective but less reliable in protecting fish biomass than fish diversity’, publicado en la revista Marine Pollution Bulletin.
Se trata del primer trabajo que abarca estos 22 espacios marinos protegidos. Su desarrollo ocupó tres temporadas de verano, 2014 a 2016, en las que los investigadores realizaron 372 inmersiones con escafandra para censar la comunidad de peces en recorridos previamente establecidos. “Identificamos cada especie de pez, cuantificamos su abundancia y el tamaño en cada transecto utilizando la tecnología Reef Life Survey, en aguas de la península Ibérica, islas Canarias, norte de África, y archipiélago balear”, añade Sanabria-Fernández.
El trabajo comparaba resultados obtenidos en la reserva y en su entorno, para evaluar la eficiencia de la primera. Por ejemplo, las especies que están incluidas en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) ha sido el aspecto que mejor resultado ha obtenido, es decir, se han censado más dentro del área protegida que en sus alrededores. Al contrario y, en general, el del tamaño medio de los ejemplares obtiene resultados óptimos fuera de las reservas.
Otro resultado hace referencia a las zonas marinas bajo jurisdicción militar, como el caso de Alhucemas, Vélez de la Gomera, en el norte de África. “La biodiversidad en esta situación administrativa se ve altamente beneficiada”, explica el investigador.
Mediante este trabajo, los expertos creen que las reservas marinas, creadas principalmente para servir de generadoras de especies de interés pesquero, se encuentran ahora con un rendimiento mejorable. En particular señalan a la sobre pesca y a la pesca furtiva, situación en la que influye la difícil vigilancia de estos territorios. En todo caso, proponen la aplicación del CSI como herramienta para evaluar la eficiencia de la comunidad de peces mejorable mediante la gestión.
En un futuro, otras variables pueden elevar la información que ya aporta el nuevo indicador. Sanabria-Fernández cita como parámetros para incluir el tamaño de las reservas y los años desde su declaración; con ambos, los especialistas entenderán con más precisión algunos factores biológicos de las poblaciones de peces.
El estudio fue financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación dentro del proyecto ‘Entendiendo la resiliencia marina: investigando transiciones ambientales críticas para evitar el colapso del sistema socio-ecológico–MARINERES’. (Fuente: F. Descubre)