Puerto Rawson
Las descargas aumentaron más de un 5%, pese a la baja que registraron langostino y calamar, la merluza contribuyó fuertemente a la cifra final. Las ventas al exterior en cambio cayeron en volumen un 2,4% y en dólares un 4,8%. El puerto de Mar del Plata sigue perdiendo tonelaje año tras año, mientras la Patagonia crece.
El informe de datos oficiales de desembarques hasta el 31 de mayo y de exportaciones al 30 de abril muestra un cambio respecto de lo que se ha visto en los últimos años. Las capturas de langostino han dejado de aumentar y el calamar tuvo un año peor que el anterior. La merluza, en cambio, tuvo un importante aumento en los desembarques. Algo similar se vio en las exportaciones: mientras caen las ventas de crustáceos y moluscos, los pescados comienzan a mejorar. En el caso del filet de merluza el crecimiento en volumen fue acompañado por los ingresos, dado que tuvo un aumento del precio. La participación de los puertos en los desembarques muestra que aunque sigue siendo el puerto más importante, en Mar del Plata se da un constante goteo de tonelaje, mientras que los puertos patagónicos mejoran año tras año su participación.
El Informe de Coyuntura describe una situación de crecimiento en los desembarques. Al 31 de mayo se llevan descargadas 338.402 toneladas que representan un aumento del 5,4% comparado con el mismo período del año pasado.
De merluza hubbsi se desembarcaron 129.105 toneladas. Aumentaron muy significativamente los desembarques de todos los stocks. Especialmente el del Sur que llegó a 108.000 toneladas, mientras que en los últimos dos años alcanzó a 77.000 toneladas.
De calamar illex se descargaron 93.133 toneladas, un 10,5% menos que en 2018 e incluso 3.000 toneladas menos que en 2017. Las cifras de aquí a fin de año no variarán prácticamente, porque los poteros no están en actividad y son los que aportaron 84.007 del total capturado.
El desembarque de vieira fue de 1.042 toneladas, manteniendo la tendencia de los últimos dos años; la caída respecto de 2018 es del 43,5%. La pescadilla trajo algo de trabajo a las lanchas amarillas durante mayo, pero duró poco y no logró ni siquiera llegar a los registros del año pasado con 2.854 toneladas.
Los desembarques de merluza negra, en cambio, vienen aumentado en la primera mitad del año en comparación con los últimos dos años. A la fecha se descargaron 1.833 toneladas.
Los desembarques totales de langostino registraron 57.919 toneladas, que implican una baja del 4,4%. Si bien la captura sigue siendo abundante, muestra una situación que algunos preferían no imaginar: puede bajar. Del total, solo 17.770 toneladas provinieron de tangoneros.
Siguiendo con el desempeño de la flota, el informe muestra que los arrastreros congeladores y fresqueros vienen aumentado las capturas en los últimos tres años. Los costeros, en la comparación de períodos, muestran su segundo año de caída, aunque mínima.
En la participación de los puertos, Mar del Plata exhibe una declinación en los desembarques año tras año; de 172.190 toneladas en 2017 cae a 147.000 toneladas en este año. Rawson muestra menos actividad este año, pero se mantiene en cifras cercanas a las 40.000 toneladas. Puerto Deseado, en cambio, tuvo su tercer año de crecimiento con 44.075 toneladas. Lo mismo ocurrió en Puerto Madryn que registró 41.380 toneladas; en Ushuaia con 20.000 toneladas y en Comodoro Rivadavia con 12.300 toneladas.
Ventas al exterior
Hasta el 30 de abril las exportaciones cayeron 33,5% en volumen y 27,3% en dólares. En el acumulado del año comparado con igual período del año pasado la caída fue del 2,4% en volumen y del 4,8% en dólares. En total se exportaron 175.248 toneladas de pescado por 655.238.000 dólares.
La venta de pescado aumentó en volumen un 6,3% entero pero cayó un 4% dólares. Muestra una mejora la venta de filets, que aumentó un 13,5% en toneladas y 14% en dólares. Las exportaciones de crustáceos, en cambio, cayeron un 5% en volumen y 4% en divisas. Los moluscos también cayeron, 5% en volumen y 10% en dólares.
Las ventas de merluza crecieron un 23% en toneladas y un 22% en dólares, dado que hubo una pequeña baja del precio, de menos de un punto. En el caso de los filets que crecieron en ventas, lo hicieron más aún en recaudación que en volumen, por el aumento del precio en 4%. Lo contrario ocurrió con las presentaciones de pescado entero que aumentaron más en volumen que en recaudación porque el precio cayó casi un 8%. En total se exportaron 27.430 toneladas por 72.145.000 dólares.
Las ventas de langostino fueron de 40.333 toneladas por 285.415.000 dólares, que representan una caída del 5,2% en toneladas y un 4% en dólares. Dice el informe que al 30 de abril el precio promedio había aumentado un 1,4%. Esta situación al parecer se modificó durante mayo, dado que las empresas acusan hoy una brusca caída en las ventas y en el precio del langostino, especialmente el de abordo.
Para el calamar la situación también es de baja en las ventas, del 4% en volumen y del 5,7% en dólares. El precio, a pesar de la baja captura de la temporada 2019, bajó un 1,7%. En total se vendieron 73.960 toneladas por 180.215.000 dólares.
De merluza negra se vendieron 1.296 toneladas por 25.954 dólares que representa un aumento en volumen del 20% y una caída en la recaudación del 5,2%, porque el precio bajó un 21%.
En el caso del abadejo se vendió un 26% menos que en 2018 por menos dinero: la recaudación cayó un 41,3% porque el precio bajó el 20,4%. Las centollas bajaron el volumen de ventas un 3,6% con 895 toneladas y un 9,7% en dólares, recaudando 15.333.000 dólares. El precio cayó un 6,3%.
El destino de los productos argentinos tiene a China como su principal comprador en los primeros cuatro meses del año con 57.302 toneladas por 179.868.000 dólares; sigue España con 21.554 toneladas por 106.887.000 dólares. En tercer lugar Estados Unidos, que con 6.542 toneladas registra pagos por 57.748.000 dólares. Mientras que Brasil, por las 11.735 toneladas que compró, desembolsó 34.717.000 dólares. Por detrás se encuentran Rusia, Tailandia, Italia y Japón.
Karina Fernández Revista Puerto