Repasaron la agenda vinculada a la preocupación por las exploraciones sísmicas, las barreras para exportar a Brasil y el impacto de la pesca en la milla 201, entre otros temas, informó Pescare.
Referentes de distintas fracciones empresarias mantuvieron ayer en Mar del Plata la tercera reunión de la Intercámaras de la Industria Pesquera de la República Argentina, el espacio que los aglutina en torno a problemáticas comunes.
Del encuentro participaron Diego García Luchetti (Cámara de Armadores), Darío Sócrate (Cepa), Juan Redini (Capa), Enrique Di Costanzo (Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera), Mariano González (Udipa), Eduardo Boiero y Eduardo Román (Capeca).
“Estamos consolidando una unidad y dando muestras de madurez”, fue el mensaje que los dirigentes repetían al término de la reunión. Ocurre que la industria acumula inquietudes que exigen una sola voz frente a interlocutores facultados para resolverlas.
La realización de las “Jornadas Sobre Selectividad y Reducción de Bycatch” en la sede del Inidep funcionó como “excusa” para que la mesa tuviera a todas sus sillas ocupadas, incluso con la integración de los dirigentes que llegaron a la ciudad desde la Patagonia.
Exploración petrolera
Una de las preocupaciones del sector se vincula al avance de las exploraciones sísmicas en el Mar Argentino y cómo esa actividad puede afectar a diversas pesquerías. Días atrás, por caso, el Gobierno nacional les otorgó a Shell y Qatar Petroleum dos permisos de exploración.
Se trata de dos franjas de 8.341 y 7.860 kilómetros cuadrados cada una ubicadas al borde de la plataforma. Ambas se extienden desde los 200 hasta los 2.500 metros de profundidad, según lo dispuesto en dos resoluciones de la Secretaría de Energía.
Nadie en la industria se opone a la búsqueda de gas y petróleo en áreas marítimas, pero vienen exigiendo estudios de impacto ambiental. Por ahora, no han visto ninguno: “No hemos recibido nada todavía”, confirmaron ayer ante la consulta de Pescare.com.ar.
Exportaciones a Brasil
Otro tema que estuvo en agenda fue Brasil, particularmente las barreras paraarancelarias que asoman desde el país vecino para exportar no sólo langostino, sino también pescado blanco. Hay un pedido a las autoridades de Agroindustria y Cancillería para que intervengan.
Desde el sector sospechan que detrás del rechazo a envíos por cuestiones supuestamente sanitarias se esconde el poder de lobby que ejercen los productores brasileros de camarón, quienes se niegan a competir en ese mercado con el langostino argentino.
Milla 201 y selectividad
Otro punto ligado a intereses extranjeros es la pesca que se sigue ejerciendo en la milla 201 con poco apego a las normas. El área ubicada al borde la Zona Económica Exclusiva se transformó en un imán para diversas flotas, fundamentalmente las proveniente de China, Corea y otros países orientales.
En los últimos años, allí el rendimiento del calamar tendió a declinar. Este factor les otorgó a los armadores locales cierto aire en la comercialización; pero no dejan de reclamar el encuadre de la actividad y la mitigación de la competencia desleal.
Mientras tanto y como contracara, se discute cómo evitar en nuestras aguas la captura de especies no deseadas mediante el uso de artes selectivas. “Estamos de acuerdo, pero queremos participar en todo el proceso de discusión y desarrollo”, advierten las empresas.