La cláusula gatillo abierta el 1 de octubre y que todavía está lejos de cerrarse entre CaIPA y el SOIP motivó este jueves una movilización de dirigentes y delegados del gremio del pescado hacia la sede de las oficinas de la cámara patronal en el macrocentro de Mar del Plata, así lo indicó Revista Puerto.
La idea de manifestarse en el corazón comercial del barrio Los Troncos, surgió luego de la reunión de Delegados, cuando los trabajadores se enteraron de que no había avances ni respuestas al pedido del sindicato.
Los ruidos de redoblantes y bocinazos –por un momento se interrumpió el tránsito– motivaron que Fernando Rivera se comunicara con Cristina Ledesma para coordinar una reunión de urgencia que se consumó un rato después.
El apuro del Presidente de CaIPA no conllevó mejoras en la oferta. La patronal ofrece pagar el bono de 5 mil pesos dispuesto por decreto presidencial en dos cuotas, y el 10% adicional en noviembre sobre los valores a febrero de 2019.
Recordemos que las partes celebraron un acta de actualización salarial en junio que contempló un incremento del 35% que se pagó en dos cuotas, una de las cuales fue retroactiva a marzo. En el SOIP, además del bono, piden un 5% retroactivo a septiembre, otro 5% en octubre con un piso de 2500 pesos para los trabajadores a los que ese porcentaje les represente menos que ese monto.
La propuesta del SOIP se completa con el 10% en noviembre –en lo único que están de acuerdo con CaIPA– y otro 5% en diciembre. El año pasado la cláusula gatillo se activó con un 18% que se pagó en dos cuotas: 8% en noviembre y 10% en diciembre para redondear un 44% para todo 2018.
“Si estuviésemos trabajando no estaríamos acá reclamando. Se reclama porque no hay trabajo, porque el pescado que entregan se los siguen dando a los congeladores como el acta de la semana pasada y en tierra llega poco”, dijo Ledesma luego de la reunión.
En CAIPA entienden que la inflación en lo que va del año todavía no fue absorbida por el 35% ya entregado. En el gremio revelan que la canasta de alimentos refleja una suba mucho más fuerte que la inflación y requieren que el salario se ajuste a los precios que subieron luego de las PASO.
Más allá de que ayer Ledesma salió de la reunión con Rivera con las manos vacías, las partes quedaron en juntarse este viernes a la tarde para intentar ponerle un punto final al diferendo.