El Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable del Chubut, a través de la Dirección de Control Operativo Ambiental, realizó una inspección en la planta procesadora de pescado en Dolavon. La misma se enmarca dentro de los controles que se están efectuando a este tipo de industrias reguladas bajo el Decreto 1540/16, en el Valle Inferior del Río Chubut (VIRCh), Península Valdés y Comodoro Rivadavia.
Al respecto el subsecretario de Regulación y Control Ambiental, Daniel Micheloud, señaló que “se continúa trabajando desde la Subsecretaría con las inspecciones en las industrias pesqueras, de las que ya se han informado anteriormente, restando solamente algunas puntuales”.
El funcionario provincial puso énfasis en la búsqueda del cumplimiento por parte de los regulados, a través de los pasos administrativos correspondientes, y señaló que “si para lograr que se cumpla con el Decreto 1540/16 en el cuidado del ambiente debemos aplicar sumarios y multas, se procederá a la aplicación de estas herramientas administrativas, como ya está sucediendo con empresas que no evidencian mejoras o no logran cumplimentar con los parámetros de vuelco. Tengo el compromiso del cuidado del ambiente y del Gobernador para que se cumpla en forma paulatina pero segura”.
Inspecciones
Durante la inspección, el equipo técnico se encontró con que la empresa se encuentra procesando langostino dependiendo del ingreso de la materia prima y se constató que se aplica el protocolo de COVID-19, por lo que el trabajo se reduce.
Se recorrió la planta y el sistema lagunar en el que se tratan los efluentes industriales, evidenciando algunas mejoras desde la anterior inspección. Se les sugirió que realicen modificaciones en unidades del mencionado sistema e informó que deberá complementar la documentación ya presentada, en el marco de la normativa ambiental provincial vigente.
Posteriormente, se continuó con el recorrido al sitio de disposición final de los residuos orgánicos de producción, el mismo se ubica en un sector alejado a la localidad, sin impactos negativos en cuanto a lo visual y olfativo. Se observaron las cavas que están en uso, con el material de descarte tapado y las que ya han sido cerradas y a la espera de la finalización del proceso de degradación de los residuos orgánicos (cáscaras de langostino).
Se le indicaron algunas modificaciones a llevar a cabo para este sitio y presentación de la documentación necesaria. Cabe mencionar que el sitio de disposición final no cuenta con la habilitación provincial ambiental, por lo que deberá realizar los correspondientes trámites administrativos presentando la documentación para lograr la aprobación desde la Subsecretaría de Regulación y Control Ambiental.