Langostino
Los bajos precios mundiales del langostino puestos de manifiesto en la primera mitad de 2018 han venido para quedarse según defiende un informe de Rabobank bajo el título “Mantenerse al día con los crustáceos” que califica de “nueva realidad” la situación.
Las primeras señales, según señala el informe, se produjeron en 2017, cuando la oferta comenzó a superar a la demanda y el apetito insaciables de China comenzó a moderarse.
Una mayor producción en India y Ecuador, por encima de los dos dígitos, son las principales causas del colapso de los precios, aunque también están contribuyendo Indonesia, Vietnam y el resto de países productores.
En el informe se asegura que, actualmente, “muchos acuicultores están cosechando sus langostinos a pérdidas”, o al menos, asegura, “con un margen de beneficio mucho más bajo que en los últimos cinco años, principalmente por costes como los alimentos, la energía y el trabajo.
Una opción para equilibrar la situación entre oferta y demanda es reducir las siembras. Sin embargo, esta no parece ser la situación para este nuevo escenario, sobretodo porque es difícil prever la dinámica del mercado mundial desde la perspectiva de la oferta.
Ante esta situación, los analistas ven dificultades para que ingresen al negocio nuevos inversores, sobretodo aquellos que están interesados en operaciones intensivas en capital. Tampoco se ve posible que los operadores del sector con planes de expansión acometan sus proyectos hasta que la situación mejore.