Los barcos que llegan para cargar en los puertos agrupados alrededor de la ciudad de Rosario, el centro de exportación de cultivos de Argentina en el río Paraná, no atracan debido al coronavirus. Los barcos son retenidos en el río porque se suspendió un procedimiento para asegurar la salud de las tripulaciones, antes de ingresar a los puertos, dijo por teléfono desde Rosario Guillermo Wade, gerente de la cámara portuaria y marítima CAPyM.
El procedimiento, llamado práctica libre, autoriza a los barcos a ingresar a un puerto luego de asegurarse de que no tienen enfermedades contagiosas. “Han detenido toda práctica libre”, dice Wade a Bloomberg News. “No entran barcos nuevos”.
Los atracos son el último ejemplo de los efectos globales de la enfermedad, ya que las autoridades de todo el mundo buscan endurecer las medidas de contención sin poner fin a la actividad económica. Podría ser un duro golpe para Argentina, que necesita enviar sus cultivos para estimular una economía en dificultades. El país sudamericano es el mayor exportador de harina y aceite de soja. La cosecha de soja comienza a fines de mes.
Funcionarios del gobierno están trabajando en un decreto que permitiría el procedimiento de práctica, dice Wade. Ha habido relativamente pocos casos confirmados de coronavirus en Argentina, y solo dos muertes. El presidente Alberto Fernández está tratando de mantenerlo así. El domingo por la noche, anunció una prohibición de ingreso de todos los extranjeros al país por dos semanas y una suspensión de las clases escolares. También está analizando un cierre más amplio.
