En la segunda reunión del año el Consejo Federal Pesquero recibió a biólogos del INIDEP que informaron sobre la evolución de la pesquería en 2018 y sugirieron precaución en función de los resultados. También se estableció la captura de merluza austral.
Según consta en el Acta 2 del CFP publicada ayer, los Consejeros recibieron a los investigadores a cargo del Programa Langostino del Inidep, quienes expusieron el análisis realizado sobre la evolución de la temporada en 2018 valiéndose de la estadística oficial procesada, datos de observadores a bordo y de campañas.
La exposición estuvo respaldada en nuevos informes de los que lamentablemente el Consejo ha omitido dar a conocer sus números, impidiendo que se tenga acceso a esa información hasta tanto tomen vista formalmente en actas. No obstante brindó un escueto resumen de la seguramente interesante presentación que realizó el INIDEP.
“Expresaron que la temporada 2018 volvió a romper el récord en el volumen de langostino descargado, aunque con un incremento en el período 2017-2018 (3,6%) inferior al ocurrido en el período interanual anterior. El total descargado en 2018 fue de 247.000 toneladas”. Este dato sobre un menor crecimiento se suma a lo que ya conocemos respecto de la variación en la abundancia del recurso, pero resulta demasiado limitada la información que brinda el CFP para conocer sus implicancias.
Agregan luego un párrafo a modo de conclusión, en el que indican que desde el INIDEP afirmaron “que a partir de la información proveniente de la próxima campaña estival sobre la biomasa de langostino disponible para su cosecha en la temporada de pesca 2019, se sugiere trabajar sobre el manejo de la especie con un criterio precautorio”.
Los Consejeros informaron que trabajarán sobre el tema en las próximas semanas. Esta es la segunda reunión luego del receso estival y en ninguna de las dos actas que hasta ahora se generaron, se aprobaron nuevas reformulaciones y ningún nuevo barco ingresó a la pesquería de langostino; pero durante los últimos siete años el crecimiento fue exponencial.
En el informe de la campaña realizada en noviembre del año pasado, los investigadores brindan un dato sorprendente respecto de la evolución de la flota y la presión pesquera en los últimos años: “Se produjo un importante aumento en el esfuerzo aplicado, no solo en cuanto a la cantidad de barcos (de 144 en la temporada 2011 a 291 en la presente), sino también en cuanto a la cantidad de días de operaciones (esto último específicamente para las flotas fresquera y costera)”. Pero según surgió desde el propio Consejo el número final de barcos habría sido mayor, superando los 300.
Muchos armadores han tramitado nuevas reformulaciones que esperan el tratamiento en el Consejo. Algunos referentes del sector hablan de 50 nuevos barcos y si bien el número parece exagerado, visto en perspectiva no sería descabellado. Es probable que los Consejeros esperen a conocer los resultados de la campaña de marzo antes de realizar ningún movimiento y muchos menos luego de la sugerencia que esta semana recibieron por parte de los expertos.
Juan de la Garza, uno de los responsables del Programa en el INIDEP, en una entrevista realizada esta semana por REVISTA PUERTO, llevó tranquilidad al sector al indicar que pese a la reducción de la biomasa no había una situación de alarma sino que se trataba de un nuevo escenario que debía seguir monitoreándose, pero señaló que de todas formas el hecho de que tantos barcos operen sobre el langostino tendrá efectos y precisó cuáles serían algunas de las medidas que se podrían adoptar en un manejo precautorio.
“Hay muchas formas de regular el esfuerzo, menos días de pesca, menos cajones, menos barcos, puede llegar a necesitarse reducir el esfuerzo sobre el recurso. No decimos que debe parar la pesca, ni que debemos alarmarnos; pero el hecho de que estén trabajando todos los barcos en el mismo momento sobre el mismo recurso va a tener un efecto y hay que manejarlo de forma de ir a buen puerto para poder mantener el recurso”, dijo De la Garza. Veremos en las próximas reuniones del CFP cuál será la estrategia que adoptarán los Consejeros para administrar el recurso.
Diagnóstico de la merluza austral y recomendación de captura
El otro tema que abordó el Consejo fue la presentación del INIDEP respecto del estado de la merluza austral y las posibilidades de captura para el presente año. Ante la falta de campañas de evaluación el diagnóstico del recurso se realizó por medio de un modelo estadístico de captura por edad, que abarcó el período 1986-2017 en el Atlántico Sudoccidental.
“El informe del INIDEP concluye expresando que las estimaciones de biomasa han permanecido relativamente estables desde el año 1992 y en los últimos 10 años se observó una tendencia creciente, probablemente influenciada por la estabilidad en las capturas durante ese período y su decrecimiento en el último año del diagnóstico realizado”.
Respecto de la proyección del estado poblacional y el análisis de riesgo realizado bajo los objetivos de manejo que se plantearon, los investigadores recomendaron una captura “que mantenga los niveles de extracción del último año de diagnóstico, del orden de las 3.400 toneladas”, que luego de la aprobación del Consejo quedó registrada como la primer resolución del año (CFP 1/2019).
Revista Puerto