Los ministros de Pesca de la Unión Europea han adoptado la normativa que fija las posibilidades de pesca de determinadas poblaciones de meces en el mar Mediterráneo y el mar Negro durante 2020 y que incluye una reducción del esfuerzo pesquero del 10% para las flotas española, francesa e italiana.
Se trata del primer reglamento sobre posibilidades de pesca en estos dos mares tras la entrada en vigor este año del plan plurianual para la pesca demersal en el Mediterráneo Occidental. Entrará en vigor el día después de su publicación en el Diario Oficial de la UE y se aplicará a partir del 1 de enero de 2020, según Europa Azul.
Dentro de las medidas que incluye se encuentran los esfuerzos pesqueros máximos, expresados en número de días, para determinadas especies de peces en el Mediterráneo occidental. Estos esfuerzos máximos se han reducido un 10% con respecto a la base de referencia establecida en el plan plurianual y afectan a las capturas de langostino moruno, gamba roja, merluza europea, salmonete de fango, cigala y gamba de altura por parte de España, Francia e Italia.
Además, el reglamento incluye posibilidades de pesca y otras medidas decididas por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM), entre ellas un periodo de veda para la captura de la anguila en todo el Mediterráneo y limitaciones en el caso de las poblaciones de pequeños pelágicos en el Adriático.
De la misma forma, se fija una cuota autónoma para el espadín en el mar negro que capturan las flotas búlgara y rumana con el objetivo de mantener el nivel actual de mortalidad por pesca.
Por otro lado, los gobiernos de la UE han definido su posición negociadora sobre el reglamento que permitirá que se otorguen ayudas procedentes del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) a los pescadores afectados por el cierre de la pesquería de bacalao en el Báltico oriental para el desmantelamiento permanente de sus buques.
Los Veintiocho han fijado sus ‘líneas rojas’ de cara a la negociación que ahora debe comenzar con los representantes del Parlamento Europeo para fijar las disposiciones finales y aprobar el reglamento.
Hasta la madrugada
Los ministros de Pesca de la Unión Europea están afrontando las negociaciones para fijar los Totales Admisibles de Capturas (TAC) en el océano Atlántico y el mar del Norte en 2020. Todo apunta a que no llegará hasta el acuerdo hasta la madrugada del martes al miércoles.
La Comisión Europea quiere reducir las capturas un 20% en el caso de la merluza de aguas ibéricas y un 42% en el caso del jurel del Cantábrico y el lenguado. Estas reducciones se aplicarían al conjunto de la flota comunitaria y es lo que más preocupa a los arrantzales vascos.
Bruselas ha puesto sobre la mesa un recorte de la merluza norte (8a, 8b, 8d y 8e) del 19 %, hasta las 42 235 toneladas. Para las zonas 6 y 7 (Irlanda, oeste de Escocia, etc) se plantea un descenso del 21 %, con una cuota propuesta de 63 325 toneladas.
En el caso de la merluza sur, lo que incluye el Cantábrico Noroeste y aguas de Portugal (8c, 9 y 10 y Azores) el ajuste sería de un -20%, hasta las 7.046 toneladas. La merluza se reduce en el conjunto de áreas de pesca: un -21 % en la 3a y otro 21 % en la 2a y 4. Los arrantzales vascos consideran que las reducciones para el próximo no deberían ser más altas que el 5% o 10%, y que se deberían aplicar a largo plazo para no poner en peligro el futuro del sector pesquero en Euskadi.
En el lado positivo están los aumentos planteados para el rape (del 7 % en la zona 7, 35 299 toneladas, y del 8 % en las 8a, 8b, 8d y 8e, con 9008 toneladas. También sube el lenguado en las zonas 3a (+6%); 7a (+10%); 7e (+19%) o 7f y 7g (+51%), aunque no dejan de ser pesquerías que no superan las 1528 toneladas en el mejor de los casos. En cuanto al eglefino en las zonas 7b-k, 8, 9 y 10, y aguas de la UE de las Azores, el aumento propuesto es de un significativo 30 %, hasta las 10 859 toneladas. El gallo también presenta mejoras. La CE propone un aumento del 3 % en la zona 7 (18 732 toneladas); del 5 % en el Golfo de Vizcaya (1794 toneladas) y del 12 % en aguas del Cantábrico Noroeste y aguas de Portugal (2089 toneladas).
El ministro en funciones de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha mostrado este lunes su confianza en que España consiga aliviar el recorte del 20% planteado por la Comisión Europea para las capturas en 2020 de merluza sur, que se pesca en el Cantábrico, pero ha confesado que no es «optimista» de cara a una apertura de la pesquería de la cigala.
«Lo que estamos argumentando es que podemos obtener el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), pero utilizar otro segmento y, por tanto, provocar una reducción que sea inferior. Por tanto, el objetivo es que esa reducción sea inferior, vamos a ver si lo logramos«, ha expresado en declaraciones a los medios antes de participar en la primera jornada de la reunión en la que de responsables de Pesca de los Veintiocho fijarán las posibilidades de pesca para la flota comunitaria en el Atlántico y el mar del Norte.
Planas ha confiado en lograr un acuerdo «satisfactorio» tanto para el conjunto de la UE como para «los intereses de le flota española», al tiempo que ha remarcado que España mantendrá un enfoque «basado en informes científicos» y en defensa de la sostenibilidad medioambiental pero también económica y social.
«La pesca tiene que ser sostenible o no será. En el presente y en el futuro, España defiende ese punto de vista. Mantenemos que las sostenibilidad debe serlo desde el punto de vista medioambiental pero también económico y social», ha explicado.
En este sentido, ha destacado que en las negociaciones de 2018 se consiguió un «resultado magnífico» con respecto a la merluza sur, pero ha señalado que el «punto de partida» de este año es una disminución «muy significativa». El extremo superior para mantener este stock en el RMS es un recorte del 3%, según han informado fuentes diplomáticas, y es a lo que aspira conseguir la delegación española.
El ministro, sin embargo, no ha mostrado muchas esperanzas en relación a la situación de la cigala del Cantábrico, para la que Bruselas pide mantener el cierre de la pesquería por quinto año consecutivo y permitir únicamente unas capturas mínimas para fines científicos. «Necesitamos una serie de informes científicos en el sentido de que la biomasa está recuperada y estamos trabajando en ello. Vamos a ver, pero no soy muy optimista», ha admitido.
El ministro de Pesca también ha apuntado que España tiene «una problemática particular» con el jurel del oeste y jurel sur y con el lenguado.
También ha subrayado que este año existe la «necesidad suplementaria» de alcanzar el RMS, aunque ha recordado que España ya lo alcanzó este año en las principales pesquerías, así como solucionar el tema «tremendamente complejo» de la prohibición de los descartes, sobre los que busca «actualizar los acuerdos» del pasado año.
Planas también ha destacado que la victoria por «amplia mayoría» de los conservadores británicos en las elecciones de la semana pasada abre la puerta a una «ratificación pronta» del acuerdo para el Brexit, lo que supone que las posibilidades de pesca que se negocien este lunes y martes «estarán íntegramente vigentes» aunque Reino Unido abandone el bloque el 31 de enero de 2020.
Los ministros de Pesca de la Unión Europea han adoptado la normativa que fija las posibilidades de pesca de determinadas poblaciones de meces en el mar Mediterráneo y el mar Negro durante 2020 y que incluye una reducción del esfuerzo pesquero del 10% para las flotas española, francesa e italiana.
Se trata del primer reglamento sobre posibilidades de pesca en estos dos mares tras la entrada en vigor este año del plan plurianual para la pesca demersal en el Mediterráneo Occidental. Entrará en vigor el día después de su publicación en el Diario Oficial de la UE y se aplicará a partir del 1 de enero de 2020.
Dentro de las medidas que incluye se encuentran los esfuerzos pesqueros máximos, expresados en número de días, para determinadas especies de peces en el Mediterráneo occidental. Estos esfuerzos máximos se han reducido un 10% con respecto a la base de referencia establecida en el plan plurianual y afectan a las capturas de langostino moruno, gamba roja, merluza europea, salmonete de fango, cigala y gamba de altura por parte de España, Francia e Italia.
Además, el reglamento incluye posibilidades de pesca y otras medidas decididas por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM), entre ellas un periodo de veda para la captura de la anguila en todo el Mediterráneo y limitaciones en el caso de las poblaciones de pequeños pelágicos en el Adriático.
De la misma forma, se fija una cuota autónoma para el espadín en el mar negro que capturan las flotas búlgara y rumana con el objetivo de mantener el nivel actual de mortalidad por pesca.
Por otro lado, los gobiernos de la UE han definido su posición negociadora sobre el reglamento que permitirá que se otorguen ayudas procedentes del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) a los pescadores afectados por el cierre de la pesquería de bacalao en el Báltico oriental para el desmantelamiento permanente de sus buques.
Los Veintiocho han fijado sus ‘líneas rojas’ de cara a la negociación que ahora debe comenzar con los representantes del Parlamento Europeo para fijar las disposiciones finales y aprobar el reglamento.
Apercibimiento a Panamá
Panamá ha recibido una tarjeta amarilla por su laxitud en la lucha contra la pesca ilegal
La Comisión Europea decidió el jueves 12 de diciembre enviar una tarjeta amarilla a Panamá alegando que el país no está luchando suficientemente contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) ).La República de Panamá ya había recibido una tarjeta amarilla en noviembre de 2012, que se levantó en octubre de 2014.