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El Saocom A1 es un satélite radar de tecnología tan avanzada que solo Japón cuenta con dos de su tipo. Permite predecir catástrofes y monitorearlas en tiempo casi real, toma fotografías e imágenes 3D incluso sin luz y hasta puede penetrar el terreno. El fin es científico con aplicación en el sector productivo, ambiental y de defensa ya que podrá monitorear el Mar Argentino y aguas internacionales.
El domingo por la noche desde California despegó el Saocom A1 y desde el lunes a la madrugada se encuentra en el espacio; ahora será monitoreado desde la provincia de Córdoba. Este satélite de compleja tecnología fue desarrollado y construido sin know how por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) junto con empresas y organismos como INVAP y en colaboración con la Agencia Espacial Italiana (ASI).Solo en Japón cuentan con satélites de este tipo, con los que, por ejemplo, monitorean las flotas china y coreana en aguas internacionales, algo que podrá hacer a partir de ahora también nuestro país. En relación con la regulación de la pesca en la Milla 201 no solo desde un punto de vista geopolítico y socioeconómico sino y fundamentalmente desde la biología como herramienta de administración, es una gran noticia. Los ministerios competentes en el tema deberán ahora desarrollar planes estratégicos para darle un fin a esa rica información de la que dispondremos de forma gratuita para uso académico, institucional o gubernamental.
En una completa nota publicada por el periodista Víctor Ingrassia en INFOBAE, la investigadora principal de la Misión Saocom, Laura Frulla, indicó que los japoneses se encontraban muy sorprendidos con el proyecto argentino: “Como cada misión satelital compleja, el aparato es sometido a muchas instancias de revisión y prueba por ingenieros argentinos y de otras agencias espaciales que participan como jurados pertenecientes a varias agencias espaciales de EEUU, Japón, Canadá y Europa. Ellos no podían creer que estuviéramos haciendo este complejo satélite desde cero, sin ningún know how previo”
Por su parte Nicolas Renolfi, jefe del Proyecto de Saocom en el INVAP, indicó al medio que este satélite de órbita baja, que tendrá fines científicos, “aportará imágenes en blanco y negro, con una resolución espacial de entre 10 y 100 metros, con diferentes ángulos de observación” y “no necesita de la luz, la imagen podrá atravesar una tormenta e, incluso, penetrar el terreno en centímetros o metros, dependiendo de las características”.
“En el caso de las zonas inundadas, permitirá tener un detalle de cada región. Además tendrá aplicaciones de defensa, ya que puede monitorear en tiempo real el mar argentino y divisar por ejemplo si se está cometiendo una pesca ilegal”, informó Renolfi.
Según informó Laura Frulla, todo usuario que requiera la información para comercializarla debe pagarla; pero quienes la soliciten para uso académico, institucional o gubernamental, podrán acceder de forma gratuita, realizando el trámite en la CONAE.
Monitorear en tiempo real la frontera marítima de la Argentina es uno de los usos que se dará al Saocom A1 cumpliendo el objetivo de defensa; pero también puede pensarse en su uso como un aporte al control de la flota pesquera que opera en aguas internacionales del Atlántico Sur, especialmente sobre las flotas china, coreana, con licencias del gobierno de ocupación de Malvinas y española.
Claro que para transformar esos datos en medidas de manejo y control será necesario establecer acuerdos con la Convemar, como sostiene el colaborador de Pino Solanas, César Lerena, o acuerdos entre los países que operan sobre el recurso calamar illex, abadejo, merluza negra entre las principales especies, como sugirió el biólogo Graham Pierce en la entrevista que publicamos ayer en REVISTA PUERTO.
Para que cualquiera de estas opciones acontezca es necesario que desde la Subsecretaría de Pesca, el Ministerio de Producción y Ambiente y la Cancillería se trabaje en forma conjunta, algo que definitivamente no se hizo a la hora de diseñar y designar las Áreas Marinas Protegidas.
La pesca tiene una herramienta muy útil a su disposición; solo es necesario que se trabaje para controlar y regular la explotación de especies de gran interés biológico y socioeconómico. Ahora se debe usar.
Fuente: Revista Puerto