Los numerosos accidentes que involucran a los buques pesqueros argentinos y a sus tripulantes formulan sin duda un llamado de atención a todos los integrantes del sector y en especial a los armadores y a los organismos estatales de control, que deberán volcar sus mayores esfuerzos en resolver estos problemas de seguridad, en una actividad que es, de por sí, riesgosa.
La Organización Marítima Internacional (OMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han estudiado este tema en profundidad, pero no siempre sus recomendaciones son adoptadas por las naciones que las integran, aún por aquellas que tienen una gran cantidad de buques y hombres dedicados a la pesca.
La tasa de mortalidad de la actividad pesquera es muy elevada en comparación con otras profesiones. Si bien los siniestros de buques pesqueros son la causa más importante de muerte para los pescadores, existen a bordo otras causas, como los accidentes de trabajo y las enfermedades graves, que también pueden derivar en pérdidas de vidas.
En este sentido, uno de los mayores problemas que aqueja a la actividad pesquera es la escasa o nula información sobre incidentes de este tipo ocurridos en los países pesqueros.
Muchas naciones niegan o minimizan su información a este respecto, sin tener en cuenta que con los datos que pudiera aportar se podría disponer de estadísticas e identificar los problemas fundamentales, para luego sacar conclusiones importantes y darles solución.
En UE hay 6,5 accidentes mortales en la pesca al año por cada 100.000 trabajadores. En EUA la tasa de letalidad es 16 veces superior a la de policías y 40 veces superior a la media nacional. Por año ocurren 24.000 accidentes mortales en el sector pesquero y unos 24 millones de accidentes no mortales (datos OIT).
La Secretaría de la OMI compila cada año los datos recibidos en los informes sobre estadísticas de siniestros sufridos por buques pesqueros y pescadores en el mar. La seguridad no afecta por igual a todas las embarcaciones, por cuanto las más pequeñas, artesanales, de rada o ría, y costeras de reducida eslora y tonelaje, son las que sufren más los problemas de seguridad, fundamentalmente por su escasa defensa contra los embates del mar y porque muchas veces no se les realiza el mantenimiento adecuado, ni se las controla y opera debidamente.
Los principales factores que inciden en los accidentes son:
-Factores relativos a la construcción, equipamiento, vida útil y mantenimiento de los buques pesqueros.
-Factores relativos a la formación de las tripulaciones.
-Factores relativos a las condiciones de trabajo a bordo.
-Factores inherentes a las condiciones hidrometeorológicas y a su predicción.
El caso del Repunte, estadísticas e incidencia
En la madrugada del 17 de junio de este año se produjo el naufragio del BP Repunte, un pesquero de cerco modificado a arrastrero con más de 50 años en la pesca.
El hundimiento se produjo a unas 35 millas náuticas del puerto de Rawson y como saldo de lo ocurrido hubo dos sobrevivientes, tres muertos y siete desaparecidos.
Por ser éste el accidente con mayor numero de víctimas y por existir una justificada duda sobre las condiciones de estructura y mantenimiento en las cuales se encontraba el pesquero Repunte, se ha producido un interés positivo en la opinión pública sobre las condiciones en las cuales se encuentra la flota pesquera, sobre la capacitación de las tripulaciones, sobre las condiciones de trabajo a bordo y sobre el apoyo que se puede esperar en la predicción de las condiciones hidrometeorológicas y en el funcionamiento del servicio de salvamento ante un evento de búsqueda y rescate.
Existe una dificultad para acceder a estadísticas referidas a accidentes acaecidos a bordo de los pesqueros, y eso constituye un serio obstáculo para trabajar.