La UNESCO debería designar con urgencia los corales del Mar Rojo como Patrimonio Mundial Marino. Esta es la conclusión de un grupo multinacional de expertos que recientemente publicó un estudio en Frontiers in Marine Sciences.
El nombramiento por parte de UNESCO, tal como lo solicitan especialistas de diferentes países, busca la protección del ecosistema coralino en el punto más norteño del Mar Rojo. Estos corales se han mantenido en relativo buen estado, a pesar del calentamiento global que ha destruido ecosistemas similares en otras localidades, y representarían una de las más extensas áreas marinas protegidas del mundo.
Se pretende proteger un recurso invalorable que provee servicios ambientales, alimentos, fuentes de medicinas naturales y calidad de vida a casi 30 millones de personas que habitan la costa de Egipto, Israel y Jordania y que debido al desarrollo inmobiliario, al turismo, la pesca y otras actividades, aunadas al fenómeno del calentamiento global, afrontan el riesgo de perder este precioso ecosistema y los beneficios que se derivan de este.
El estudio involucró principalmente al Stony Brook University School of Marine and Atmospheric Sciences de New York y a la Universidad Bar Ilan de Israel, y contó con la colaboración de otros investigadores que trabajaron en Israel, Jordania, Arabia Saudita, Australia, EE. UU. y Suiza.
La tarea de protección del último reducto de coral en buen estado en el Mar Rojo requerirá un salto cuántico en lo que respecta a la geopolítica local, toda vez que los esfuerzos requeridos, como el control del desarrollo, debe hacerse coordinadamente entre países que históricamente han mantenido roces en la región.
Según los autores, el interés de conservación de este recurso debe sobreponerse a los temas geopolíticos, y colocarse en función del bien común del vecindario en particular y de la humanidad en general. Y, definitivamente, debe enfocarse en los intereses de las generaciones futuras, para quienes no habrán excusas válidas que expliquen y dispensen la destrucción de uno de los últimos ecosistemas coralinos del planeta.