La decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 15% a las exportaciones ecuatorianas, vigente desde el 7 de agosto de 2025, golpea de lleno al camarón, el principal producto que el país envía a ese mercado. La medida, tomada por el presidente Donald Trump bajo un esquema de aranceles recíprocos, reemplaza el régimen de arancel cero que regía hasta ahora y encarece de manera significativa el ingreso del producto ecuatoriano.
Estados Unidos es un destino estratégico para la industria camaronera de Ecuador. En 2024, el país se consolidó como el segundo mayor proveedor de este crustáceo, exportando 412 millones de libras por un valor de 1.280 millones de dólares. En el primer semestre de 2025, las ventas alcanzaron 296 millones de libras, equivalentes a 867 millones de dólares.
La Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) informó que, antes de la suba arancelaria, el sector ya había desembolsado 45 millones de dólares en concepto de impuestos. Con el incremento, se espera que el impacto económico sea mayor en la segunda mitad del año, afectando la rentabilidad de productores y exportadores.
El gremio advierte que la medida no solo compromete los ingresos por exportación, sino que también amenaza la estabilidad de más de 300.000 empleos vinculados directa e indirectamente a la cadena productiva del camarón.
Frente a este escenario, la CNA considera urgente la negociación de un acuerdo comercial con Estados Unidos que permita recuperar competitividad y evitar que otros proveedores ocupen el espacio que Ecuador ha logrado en ese mercado. Según el sector, cada punto porcentual de pérdida en participación podría significar decenas de millones de dólares menos para la economía ecuatoriana.
Mientras tanto, las empresas deberán asumir un costo adicional que podría trasladarse a toda la cadena productiva, desde las granjas acuícolas hasta el transporte y la exportación, en un contexto internacional marcado por la competencia creciente y la presión por mantener precios competitivos.
Fuente: Redes Al Mar