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Pesca: 600 millones de dólares de exportación y los factores que frenan el crecimiento en Argentina

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Exportación y factores crecimiento en Argentina. La actividad pesquera de Chubut es un motor económico que este año cerrará una temporada récord con las capturas de langostino.

Pero hay factores que condicionan su crecimiento. El jueves 6 de marzo, el ‘Foro PescAr’ convocará a todos los actores de la industria del país en Puerto Madryn, con eje en medidas que se reclaman a Nación: atraso cambiario, retenciones y estructura de costos.

Hay indicadores incontrastables sobre la importancia de la actividad pesquera para el país en general y para Chubut en particular. De los 1.900 millones de dólares de exportación que se generan anualmente de productos pesqueros del litoral marítimo argentino, unos 600 millones son explicados por las capturas producidas por puertos chubutenses, en especial Madryn y Rawson.

Con 13.000 empleados, es el segundo sector en importancia, detrás del comercio, mientras que el efecto derrame generado sobre las economías regionales provoca un innegable impacto positivo.

Sin embargo, esa actividad podría ser mucho más importante para la economía provincial, generando una mayor cantidad de puestos de trabajo y en forma más estable, a lo largo de todo el año.

«El desafío que tenemos es salir del concepto de ‘zafralidad’, la meta que debemos fijarnos en Chubut es que la actividad pueda desarrollarse a lo largo de todo el año, con distintas especies y no solamente por temporadas», dijo Raúl ‘Tato’ Cereseto, uno de los referentes de la flota amarilla de Rawson.

Según el empresario, el sector debe converger en la provincia para dejar de lado la «langostino-dependencia» y poder trabajar los 12 meses del año con las distintas especies, tanto con el valorizado crustáceo como también con anchoíta y merluza.

«Lo fantástico que tiene Chubut es la diversidad del caladero -enfatizó-, porque hay una biomasa disponible exorbitante, en cada una de estas especies».

Sin embargo, la distancia entre el enunciado y la concreción implica un camino de tránsito complejo, considerando los factores que involucran a la macroeconomía y que involucran directamente al sector. Además, hay condiciones que impiden ese desarrollo: en Comodoro Rivadavia, por ejemplo, un buque puede salir y volver lleno de merluza en un día, mientras en Mar del Plata se necesitan varios días para la misma faena.

Sin embargo, la actividad portuaria, por problemas vinculados a la estructura de costos, está lejos de un desarrollo acorde a ese potencial, según reconocen actores del sector. Comparativamente, Santa Cruz tiene un movimiento en merluza varias veces mayor, aun cuando ambas provincias comparten el manejo del mismo caladero.

En los próximos días, se confirmará que Chubut cerró una temporada récord de langostino este año. El dato se verificará una vez que cierre el período que se extiende entre octubre y principios de marzo en Rawson, con una proyección de 93.000 toneladas. 

Sumado a las 60.000 de Madryn, representan más de 150.000 de las 200.000 toneladas de langostino capturadas en todo el litoral marítimo del país. Aun cuando esos datos son reales y positivos, hay condicionantes que el sector viene reclamando y serán amplificados el jueves 6 de marzo, cuando se realice el Foro PescAr en Puerto Madryn.

Pérdida de rentabilidad

La situación general del sector pesquero argentino, que formará parte de los ejes temáticos del foro nacional a concretarse en Puerto Madryn, fue sintetizada en un reciente informe, que da cuenta de una combinación de variables a las que no escapa ninguna de las provincias pesqueras, con distintos grados de impacto:

«La actividad económica de la pesca enfrenta una situación crítica. Desde hace meses la rentabilidad del sector (en particular, la del conjunto de barcos fresqueros y plantas elaboradas en tierra) se sitúa en terreno negativo, como consecuencia de la combinación de ingresos deprimidos (por menores precios internacionales); un tipo de cambio real (TCR) bajo en términos históricos; la vigencia de derechos de exportación (DEX); y el encarecimiento de los costos (por la apreciación del peso, el exceso de regulaciones innecesarias y el incumplimiento de los convenios colectivos de trabajo -CCT-)», sostiene el informe Radiografía del Sector Pesquero, elaborado por la consultora Invecq.

Si bien se centra sobre la situación de la merluza, las conclusiones del trabajo se hacen extensivas también a la industria del langostino, con fuerte incidencia en Chubut.

Consultado si esto hace proyectar un escenario de conflicto, De La Fuente concluyó:

“Se avizora un reordenamiento necesario, porque de lo contrario, nadie puede prender la luz de ningún proceso productivo perdiendo plata. Va a ser necesario que todas las partes cedan un poco”.

“La merluza está muerta y el langostino, en terapia intensiva”

“La merluza está muerta y el langostino está en terapia intensiva”, dijo otro empresario del sector, al explicar lo que significa la combinación entre precios bajos, tipo de cambio y presión impositiva.

Cereseto es uno de los que impulsa esta propuesta de jerarquización laboral por especie: “Nos permitiría adaptarnos a la realidad del mercado, porque es una lástima que, por ejemplo, en el Chubut, tenemos una gran abundancia de recurso, que es de todos los chubutenses, pero se pierde la oportunidad de tener más trabajo, de capturarlo y de generar más divisas. Me parece que de este modo habría un menor de desaprovechamiento del recurso”.

La contracara de la misma moneda es una decisión, ya anunciada por sectores empresarios de las cámaras pesqueras nacionales, de que la próxima temporada en aguas nacionales no se iniciará, en el marco de lo expuesto en el informe señalado: con rentabilidad negativa, los buques no saldrán a pescar, lo que significa un riesgo potencial para 3.500 trabajadores pesqueros que dependen de esa flota en todo el país, desde Mar del Plata hasta Puerto Deseado.