Chubut

Escándalo en Caleta Paula: estibadores denuncian fallas de seguridad y condiciones precarias

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Fallas de seguridad Caleta Paula. En la madrugada del lunes 17 de febrero, a las 03:30, estaba prevista la descarga del BP María Rita (IMO 5223190), buque con puerto base en Comodoro Rivadavia pero que opera sobre el puerto de Caleta Paula, Santa Cruz.

La operación, a cargo de la empresa Log Service Austral S.R.L., volvió a presentar serios inconvenientes, ya que la bodega del barco carecía de la iluminación adecuada para realizar la tarea con seguridad. El ambiente es conflictivo.

Los estibadores verificaron que el área de trabajo no cumplía con las condiciones mínimas de seguridad. La embarcación, que transportaba 2.000 cajones de merluza, presentaba una instalación eléctrica deficiente: un cable con un reflector improvisado ingresaba por la escotilla, exponiendo un empalme en mal estado. A su vez, la ausencia de la tapa de la escotilla dejaba al descubierto una arista de acero, generando un riesgo potencial ante los impactos de las lingadas durante la carga y descarga.

Ante esta situación, los trabajadores se retiraron del área y notificaron al capataz sobre las deficiencias. Este último se comunicó con el delegado de los estibadores, Ramón Videla, quien acudió de inmediato al puerto para constatar la validez del reclamo. A pesar de que con el amanecer la visibilidad mejoró en el exterior, dentro de la bodega el problema en la seguridad eléctrica, persistía.

Cerca de las 09:30, se hizo presente Walter Uribe, Jefe de Puerto, quien no había intervenido en reclamos previos. Luego de ser informado sobre la situación, adoptó una postura sancionatoria contra los trabajadores por haberse retirado del sitio mientras se solucionaban los problemas de seguridad. Finalmente, tras conversaciones con los dueños del buque, se resolvió reprogramar la descarga para las 12:30 del mediodía, garantizando una iluminación adecuada. Asimismo, se acordó abonar los jornales a los trabajadores que permanecieron en espera desde la madrugada, publicó Pescare.

Videla aprovechó la ocasión para recordar a los estibadores, especialmente a los más nuevos, que ante cualquier irregularidad deben comunicarlo a las autoridades antes de abandonar el área de trabajo, permitiendo así una intervención oportuna.

La situación, también es preocupante en materia de seguridad de los trabajadores, en el puerto de Caleta Paula. La ausencia de una reglamentación portuaria y la falta de control clara deja a los trabajadores en una posición vulnerable, sin protecciones laborales efectivas ni sanciones para responsables de estos reiterados incidentes.

Los estibadores denunciaron que, continúan operando sin equipamiento de seguridad adecuado, como guantes y vestimenta apropiada, que no ha sido renovada desde el inicio de la temporada. A esto, se suma la falta de actualización en los jornales, un reclamo constante que atraviesa distintas administraciones sin solución. Para agravar la situación, los sueldos de los trabajadores del puerto de Caleta Paula se encuentran hasta un 60% por debajo de los que perciben sus pares en la provincia de Chubut, lo que podría desatar un conflicto de índole gremial alterando no solamente la paz social sino paralizando la flota debido a la falta de descarga y alistamiento en puerto. En esa provincia, hoy se espera una jornada de protesta frente a la gobernación después de la caldeada visita de ayer, donde el gobernador Claudio Vidal irrumpió en una planta procesadora para mostrar el trabajo realizado en aquella provincia, a varios posibles inversores asiáticos que lo acompañaban, en medio de abucheos y protestas generalizadas. Podría haber represalias para quienes silbaron, adelantaron ayer en la noche fuentes sindicales.

Por otro lado, también se informó que » la provincia no cuenta con ningún control de fiscalización de lo que se descarga, y que muchas veces, en otros pesqueros, las cajas son las destinadas a mariscos con una capacidad menor que las de merluza, por lo cual la calidad del producto descargado no es buena. Llega todo aplastado, y los partes de pesca no condicen el total real de kilos que se descarga, con perjuicio para la administración, los marineros y para quienes en Mar del Plata reciben esa merluza pero sobre todo para la sostenibilidad del caladero. Aca nadie sabe cuánto se pesca «, sentenció un gremialista consultado.