INIDEP

Otro año, otra falla: el Angelescu sigue sin solución

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Fallas recurrentes en el Angelescu. Tras construirse en Armón, Vigo, durante más de un año, el BIP «Víctor Angelescu» llegó a Argentina en octubre de 2017. Lo hizo al puerto de Buenos Aires para mantenerlo a salvo de un conflicto sindical que impulsaban los marineros del SIMAPE.

A las pocas semanas tuvo una primera misión fuera de todo programa vinculado con la evaluación de especies pesqueras: encontrar al “ARA” San Juan y sus 44 tripulantes que habían desaparecido en aguas patagónicas luego de zarpar de la Base Naval de Mar del Plata.

Sus potentes sonares dieron con una figura compatible: un objeto cilíndrico de aproximadamente 62 metros de largo y 13 de diámetro, ubicado a 477 metros de profundidad.

El buque siempre fue manejado desde el puente y la sala de máquinas por personal de la Prefectura por un acuerdo firmado en tiempos de Otto Wöhler como Director y oportunamente denunciado por el SIMAPE. La justicia en dos instancias le dio la razón al gremio, pero el caso fue elevado a la Corte Suprema.

Con el tiempo los marineros fueron encontrando lugar a bordo de la nueva embarcación de 52,8 metros de eslora y dotada de la más alta tecnología en equipos e instrumental científico para ese momento, pero que no lo privó de sufrir inconvenientes mecánicos que cancelaron o demoraron campañas.

El rosario de roturas del flamante buque comenzó en el verano de 2021, apenas tres años después de haber entrado en funciones para el INIDEP. Se desoldó un diodo en uno de sus generadores y entró en cortocircuito hasta que explotó.

“Pasa una vez en un millón y nos pasó a nosotros”, dijo esa vez Alejandro Latte, el jefe de Armamento y Buques que ahora otra vez está en la mira de la DNI por la reciente falla en la bomba de toma de mar que canceló la campaña estival de merluza de cola y demás especies australes.

Latte, ya en tiempos de Padín como director del Instituto, promovía el operativo de mantenimiento preventivo para poder mantener a las embarcaciones operativas. Revisar y repasar antes que las cosas se rompan. El nuevo modelo de gestión no parece haber dado muy buenos resultados.

A mediados de 2022, al regresar de Montevideo, tuvo la rotura de la bomba de lubricación de un cojinete de bancada del eje de propulsión. Sin lubricación y pese a que saltaron las alarmas, se barrieron dos cojinetes que hubo que mandar a hacer de nuevo.

Mientras la conducción política hablaba maravilla del proyecto Angelescu financiado por el BID y construido en Armón, y trataba de que los vecinos repliquen el modelo para cambiar a su viejo “Aldebarán”, la joya del INIDEP debía ser auxiliada y remolcada por el viejo “Holmberg”. Recién volvió a salir a fin de ese año.

Estuvo más tiempo parado que lo que demoró en volver a romperse. En marzo de 2023 la falla estuvo en uno de sus tres motores auxiliares. «Se quemó un diodo», reveló Latte en ese momento. Había un repuesto a bordo, pero se rompió cuando intentaron colocarlo.

En un principio se evaluó mandar el buque a Puerto Madryn, pero decidieron que regresara a Mar del Plata. La Campaña Austral que fue cancelada se realizaba en conjunto entre el INIDEP y el Instituto Antártico Argentino (IAA) financiada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Cancillería.

Para la próxima rotura pasaron 17 meses y algunas campañas de evaluación completadas satisfactoriamente. En agosto del año pasado tuvo una zarpada en falso al inicio de la campaña de evaluación de merluza del efectivo sur.

Cuando todavía no había llegado a la zona de relevamiento, y se encontraba a 75 millas de la costa, a la altura de Península Valdés, falló una de las dos UPS, los estabilizadores de corriente que protegen equipos electrónicos y evitan golpes de tensión que pudieran dañarlos, publicó rp.

Esa campaña mostró fallas en el buque al inicio, pero también al final. Ya de regreso a Mar del Plata se cortó el tapón de purga de la bomba de refrigeración y el chorro de agua cayó sobre el cargador de batería de la fuente y ocasionó un cortocircuito y posterior blackout.

Lo más reciente es esta falla en la bomba de la toma de mar que obligó a cancelar de nuevo la campaña de especies australes. “Debió repasarse cuando el buque llegó de la última campaña”, confiaron desde el propio organismo.

Desde la Dirección que comanda el extrader de pescado, Gonzalo Bacigalupo, y la DNI que vuelve a estar en manos de Wöhler, miran con atención y dudas el desempeño de Latte y su cronograma de tareas preventivas. “Se dieron cuenta de la falla un día antes de zarpar”, se quejan en el Instituto.

En toda esta colección de fallas desde el INIDEP nunca relevaron el costo monetario que implicó la reparación. En realidad, ni siquiera informan cada una de las averías que sufre el buque.

Tampoco ayuda a la transparencia de los procesos las inexactitudes que emite el Director de Armamento. Latte nunca reconoció que la campaña a australes se había suspendido por la rotura del barco y aseguró que en realidad el estudio se había “fusionado” con la de abadejo que se realiza a bordo del “Holmberg”. “La campaña se extiende, pero no se suma ninguna especie”, lo desmintió ayer una fuente del propio instituto.