Nacionales
Rigel
A dos meses del naufragio marcharon por las calles del puerto marplatense. Insisten para que los buzos puedan bajar hasta el casco del barco y determinar si están ahí los ocho tripulantes desaparecidos.
Es imposible saber si hay dolores iguales, idénticos con otros, ante tragedias similares como las que unen a los familiares de los tripulantes fallecidos y desaparecidos del Repunte con los del Rigel.
Los familiares del pesquero de Nueva Pesca marcharon ayer al cumplirse dos meses del naufragio a casi 100 millas al sudoeste de Rawson, cuando el barco navegaba vacío hacia zona de pesca de langostino, bajo un temporal grado 5, anunciado con varios días de anticipación por el servicio meteorológico.
Lo que es similar es la manifestación del dolor, el recuerdo y el pedido de justicia. Banderas con las caras de los tripulantes desaparecidos. En este caso, chalecos blancos con la cara de Nahuel Navarrete y la consigna que se hace carne entre sus familiares: “No te vamos a abandonar”.
Esa es la lucha ahora de Guillermina Godoy y el grupo de mujeres que la acompañan y la sostienen desde que se conoció la desaparición del Rigel de todos los radares. “Queremos que los buzos bajen para buscar los cuerpos adentro del buque”, dijo Guillermina ayer en el inicio de la marcha que unió el Monumento a los Pescadores con Prefectura.
El barco se encuentra a 93 metros de profundidad. Más allá que extraoficialmente en Prefectura reconocen que no existen condiciones técnicas capaces de garantizar el descenso a esas profundidades, se analiza el pedido del juez Lleral.
El magistrado que entienden en la causa pidió a la Armada y la Prefectura que le informen si están en condiciones de llevar adelante la maniobra.
Revista Puerto