Flota Potera

Tras el temporal, la flota potera argentina vuelve con capturas récord

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Flota potera capturas récord. Tras varios días de incertidumbre y resguardo obligado debido al intenso temporal que azotó el litoral marítimo argentino, desde Mar del Plata hasta las proximidades de las Islas Malvinas, la flota potera ha reanudado sus operaciones en la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA). Este fenómeno meteorológico también impactó a la flota extranjera que opera en aguas internacionales adyacentes, retrasando las maniobras de captura del calamar Illex argentinus que por rebalse emerge de la ZEEA sobre la plataforma de hasta 200m de profundidad.

El retorno a la actividad ha sido prometedor. Las capturas, que previamente habían sido motivo de elogios por su abundancia, calidad y talla, han vuelto a registrarse en una extensa franja comprendida entre los paralelos 44°15´S y 47°S. Este amplio espectro operativo evidencia la disponibilidad del recurso y la equitativa distribución de capturas entre los distintos buques. En este contexto, algunos poteros han iniciado su tercera marea tras haber descargado exitosamente 1.500 toneladas en sus dos viajes anteriores, como es el caso de los buques Hu Shun Yu, Lu Qing Yuan Yu 287, Zhou Yu y Hai de Li 601, entre otros.

Finalizado el temporal, la flota ha retomado la búsqueda de las mayores concentraciones del recurso, actualmente localizadas a unas 150 millas náuticas al noreste de Puerto Deseado. Las capturas predominantes corresponden mayoritariamente a ejemplares de talla S, con la presencia ocasional de individuos de tamaño L, lo que permite anticipar una dinámica de explotación estable y sostenida en las próximas semanas, publicó Pescare.

En los primeros 40 días de la temporada 2025, la flota potera ha descargado aproximadamente 28.500 toneladas de calamar Illex argentinus. A este volumen se suman 3.400 toneladas capturadas por la flota de arrastre, que ha encontrado una oportunidad en la pesca de esta especie al mejorar la eficiencia y calidad de sus bodegas, tradicionalmente destinadas a la alicaída rentabilidad de la merluza hubbsi.

Los datos disponibles reflejan una operatividad fluida en términos de capturas, descargas y comercialización, lo que se traduce en estadísticas alentadoras para el sector. Por el momento, la temporada se perfila con niveles similares a los del año anterior, con precios estables y sostenidos, garantizando así un escenario favorable para la industria pesquera.

Mientras tanto también en el segmento arrastrero de mayor porte, los volúmenes de calamar son destacables, lo que permite mejorar la rentabilidad de la produccion pero por sobre todo reducir sustancialmente el tiempo de la marea en grandes congeladores.

En contraste, la situación de la flota extranjera que opera fuera de la milla 200 presenta un desempeño menos auspicioso. Conformada por 337 poteros y 41 arrastreros, esta flota ha experimentado una temporada irregular, con capturas diarias significativamente inferiores a las de la flota argentina, lo que refleja la firmeza en los precios del calamar en el circuito internacional, con demanda sostenida y absorbente. Esta situación sugiere que el calamar se encuentra en una fase de crecimiento dentro de la ZEEA, favorecido por las corrientes marinas que lo desplazan hacia el noreste, en coincidencia con condiciones alimenticias y reproductivas óptimas para la especie.

Es fundamental subrayar la excepcional calidad del caladero argentino, reconocido a nivel global como una fuente de proteínas marinas de alto valor nutritivo y amplia demanda internacional. La riqueza biológica de estas aguas, caracterizadas por su biodiversidad y abundancia de recursos, representa un activo estratégico para la industria pesquera. No obstante, su preservación y sostenibilidad dependen de una gestión eficiente y responsable, basada en criterios científicos y normativas que garanticen el equilibrio ecológico. Solo a través de una administración prudente y orientada al largo plazo será posible asegurar la continuidad de este patrimonio natural para las generaciones venideras.