Una reunión informativa que terminó de la peor manera. Carlos Mezzamico, secretario General del SUPA en Mar del Plata, fue atacado por un grupo de estibadores eventuales en uno de los salones que el sindicato de estibadores tiene en su sede de la ciudad de Mar del Plata, a pocas cuadras del puerto local.
Si bien la agresión ocurrió el viernes 13 de septiembre, se conoció en las últimas horas a partir de la divulgación de un video de una de las cámaras de seguridad ubicadas en el propio salón, que registra los momentos previos al incidente y luego muestra como el dirigente es abordado por un grupo de personas y comienza a ser golpeado mientras otro grupo intenta separar y calmar las aguas.
REVISTA PUERTO intentó comunicarse con el Secretario General horas después de conocerse el video pero su celular fue atendido por un integrante de la familia, todavía conmovido por conocer la agresión a partir de ese mismo video, quien advirtió que Mezzamico no se encontraba disponible.
La reunión informativa que desencadenó en este hecho de violencia había sido convocada por el gremio para poner en autos a los estibadores eventuales sobre el cierre de la negociación con las cámaras de estibaje que agrupan a las distintas cooperativas de servicios que prestan el servicio en la rama del fresco y el congelado.
El SUPA y las cámaras cerraron una actualización salarial del 20% que se suma al 30% acordado en febrero pasado. Las empresas trasladaron un 25% del costo a los armadores a quienes, en algunos casos, les permiten pagar el incremento en dos veces: septiembre y octubre.
Los eventuales se reúnen en el centro de contratación que funciona a metros del acceso a las Terminales 2 y 3 del puerto. Afiliados al SUPA, como los socios de las cooperativas, son convocados a trabajar para integrar las manos de la descarga, ya no mediante la lista rotativa sino que los eligen a dedo, o dicho de otra forma, por sus antedecentes.
Este sector siempre le ha reclamado al gremio una mayor defensa de sus intereses pues consideran que desde las empresas de servicios se cometen abusos: que no respetan la nómina mínima en la convocatoria, que contratan a estibadores de otras cooperativas en lugar de a ellos y que tampoco cumplen con las normas vigentes. “Muchas no están siquiera habilitadas y las que sí, le facturan servicios a otras que ni siquiera deberían estar habilitadas por el Consorcio”, sostienen los eventuales.
Desde las cooperativas sostienen que en ese grupo, que integran unos cien estibadores, hay quienes han iniciado juicios laborales contra las propias cooperativas y las empresas pesqueras por la registración laboral, y han decidido no convocarlos, en tanto otros integrantes del Centro de Contrataciones acusan dolencias o enfermedades para acudir al seguro y terminan cobrando mucho más que sus compañeros.
Esta tensión entre ambos sectores tiene un contexto complejo. Aunque este año hasta los primeros ocho meses del año hubo mayor actividad en las descargas, la reducción en el fresco ha hecho que varios socios de cooperativas se trasladen a trabajar al congelado, rama donde los eventuales reclaman mayor participación.