Giuliano Vestuti es un joven empresario pesquero de Rawson que está entre los armadores que han renovado sus barcos en busca de la mayor calidad posible. De hecho, su barco es un ejemplo en ese sentido y por eso elegimos hablar con él sobre los desafíos que presenta esta materia para este sector tan productivo.
En menos de un mes la flota de Rawson comenzará su frenética zafra. “No hay año en que no me emocione el inicio de la temporada”, dice el joven empresario Giuliano Vestuti y contagiando entusiasmo invita a ver el momento en el que todo en el pueblo se pone en marcha. A Vestuti, como a otros propietarios de barcos, la calidad es un tema que le preocupa y ocupa; de hecho, ha realizado importantes inversiones para poder traer un producto de excelente calidad, pero sabe que, si bien su caso no es aislado, todavía queda mucho por hacer para que toda la flota y todos los que integran la cadena productiva transiten ese mismo camino.
REVISTA PUERTO: Se ha escuchado mucho hablar en el último tiempo de la necesidad de priorizar la calidad por sobre la cantidad, ¿pero es un objetivo de la flota de Rawson?
GIULIANO VESTUTI: Pienso que la cantidad y la calidad pueden ir de la mano. Se pueden capturar volúmenes importantes y lograr buena calidad, está comprobado que hay barcos que son competitivos a la hora de la captura y también a la hora de ofrecer materia prima de calidad a la planta procesadora para que pueda desarrollar el producto que quiera. Hay que seguir trabajando en calidad, que es una materia pendiente en términos genéricos para lograrla en el total de la flota porque no son incompatibles. Es un trabajo colectivo en el que están involucrados todos los actores, tanto desde tierra, pasando por el propietario del barco, el armador y ni hablar a bordo: desde el capitán hasta el último marinero deben ser conscientes de lo importante que significa tratar bien el marisco a bordo.
RP: ¿Falta dar el paso de concebir al langostino como un alimento antes que un producto?
GV: Sí, claro. Por eso hablo de concientización, de tomar real dimensión de la importancia que tiene. Hacemos foco solamente en la tripulación o en el dueño del barco y el armador, pero también hay un servicio de estiba que tiene que comprometerse a hacerlo bien, a cuidarlo, a no pisarlo, a no maltratarlo a la hora de descargarlo. Hay un flete, un camión que debe tener un equipo de frío que esté a la altura de la circunstancia, entendiendo que las temperaturas altas con las que se desarrolla la campaña de verano de Rawson pueden afectar el producto. En definitiva, cada actor tiene un rol fundamental para que ese langostino esté en condiciones, para que se pueda hacer entero, cola, o si lo desea la propia planta pelarlo y desvenarlo, pero no que sea la única opción. De lo contrario no seremos competitivos en términos de procesamiento.
RP: ¿Creen que podrán llegar a un acuerdo con el SOMU antes de noviembre?
GV: Me parece que hoy más que nunca se debe reivindicar lo que fue la temporada provincial 2024, 2025. Es fundamental, entendiendo los resultados positivos que dejó el hecho de poder lograr la firma en el mes de octubre de todos los sindicatos y poder llevar adelante la temporada para toda la flota y para todas las plantas de procesamiento desde el 1 de noviembre. Luego lo que ha dejado la temporada de aguas nacionales, donde no hay nada bueno para analizar, no hay nada bueno que arroje una lucha de tanto tiempo que lo único que dejó fue un 70 por ciento de la temporada parada. Quiero reivindicar la madurez de los cinco sindicatos que forman parte de la mesa, que ya han sellado su acuerdo y garantizando a su afiliado la posibilidad de trabajar; esperemos que el SOMU asuma también ese compromiso y entienda la necesidad de estar a la altura como el resto de los sindicatos.
Fuente: Revista Puerto / Por Karina Fernández