El armador Giuliano Vestuti, con barcos de flota amarilla y también fresqueros de altura, admite que se está en un momento crítico. “Observo que hay una reestructuración del negocio y de la industria. Debemos volver a tener una actividad con continuidad, con normal desarrollo, pero hoy tenemos cierta intermitencia a la hora de desarrollar la actividad por varios factores. Hay un mundo que exige otras cosas, hay nuevos valores de mercado que llegaron para quedarse, con el paso de los años se solidifican, y hoy estamos con valores que son los que hoy el mercado está dispuesto a pagar”, reconoció.
Giuliano Vestuti agregó: “En definitiva, en Argentina no somos formadores de precios y lo que ocurre con el precio de mercado es que debemos revisar costos y mejorar la eficiencia del negocio para poder hacerlo sostenible, porque si no hay negocio, no hay actividad”.
Adecuarse a la demanda
Por otro lado, Giuliano Vestuti considera que la vertiginosidad de los mercados obliga a adecuarse rápido a los nuevos parámetros de la demanda. “En cuanto a la reestructuración de la industria también se observa que hay productos que tienen demanda de los mercados que son totalmente distintos a lo que nosotros hoy estamos ofreciendo”, aseguró al tiempo de precisar que “hay demanda de productos que tienen otro tipo packaging, un langostino que puede incluir una salsa, un langostino empanado, un langostino con algún complemento como una verdura”, detalló.
“Ya tenemos claro que no va más la caja de 2 kg convencional de langostino entero, tenemos que reconocer que para el mercado deja de ser atractivo el langostino entero. Estos son datos que nos preocupan”, sostuvo.
Respecto al mercado dijo que “preocupa que nadie este interesado o pendiente de si habrá temporada de nación o no; pareciera que a nadie le cambia la ecuación aquí en Europa y eso realmente desconcierta y creo que es un mensaje”, puntualizó en cuanto a una lectura que han hecho varios actores del sector a la luz de las inquietudes que dejaron los clientes en la Feria de Barcelona.
Langostino certificado
En ese contexto donde el mundo aparece demandando productos con mayor sofisticación y valor agregado, Argentina tiene un caladero sano y la pesquería de langostino ya certificada en Chubut y en curso para aguas nacionales.
“En esta Feria de Barcelona pudimos observar cómo se comporta el mercado. Se los ve muy cautos a la hora de proyectar a las grandes comercializadoras españolas sus estimaciones de venta de productos argentino y eso genera un escenario de preocupación”, mencionó el armador Vestuti.
“No obstante, somos optimistas respecto a nuestro langostino. La certificación de aguas provinciales, entiendo, que en materia comercial va a generar un plus y va a ser un aliciente, una herramienta más para poder competir en un mercado tan agresivo y tan exigente”, dijo sobre lo que se palpó en la Seafood Expo Global 2025 que se llevó a cabo recientemente en la Fira de Barcelona.
Colorados en alerta
Asimismo, el empresario fue consultado sobre el escenario que se les presenta a los barcos colorados y resumió diciendo que “el negocio de los fresqueros de altura está roto”. “La realidad es que casi el total de las empresas están evaluando, sobre la temporada nacional, si armar su barco para para poder ir a pescar langostino al sur, o dejar los barcos parados”, dio a conocer
Sobre las razones consideró que “hay un precio de banquina que hace que no se pueda desarrollar la actividad porque los costos que tenés para operar están por encima de la rentabilidad del negocio. Esto, pensando en una bodega completa en 48 horas, ni hablar ante cualquier tipo de falencia o fallo a en la captura, y peor aún, si tenés alguna rotura o algún tipo de contingencia”, analizó.
Vestuti puso como ejemplo que “la cantidad de barcos fresqueros de altura que están hoy en venta es un claro síntoma de que el negocio no está bien y hay que recuperarlo. Hoy son veinte los barcos en venta y quizás nos encontremos si no hay temporada nacional con 20 o 30 más. Estamos ante un escenario que genera preocupación para la actividad, para la figura del armador fresquero y también para todos los puestos de trabajo que genera ese estrato de flota”, planteó.
En ese contexto considera que “la única forma de tener negocio hoy en la flota fresquera de altura es haciendo trampa y hay por lo menos un grupo de 25 barcos que no estamos dispuestos”, disparó en elíptica crítica a sectores marplatenses.
El valor de venta estará en USD 1,70
En este contexto, si no hay barcos fresqueros que salgan a pescar, no habrá trabajo para el personal a bordo, y si no pueden abastecer a las plantas, tampoco habrá trabajo para los puestos de trabajo en tierra.
“La situación es tan crítica que es hora de pensar en una reestructuración de la industria y del negocio. Es necesario entender que quizás el valor de venta para un fresquero altura es 1,70 dólares, y hoy es imposible desarrollar la actividad con esos valores de venta. Entonces, quizás sea necesario entender, de todas las partes, la situación general de la actividad que necesita volver a tener rentabilidad. En las actuales condiciones, con rentabilidad negativa, los barcos quedarán parados”, concluyó Giuliano Vestuti.