Internacionales
La organización Oceanosanos reveló nuevos datos estremecedores sobre la situación en el principal puerto de ese país. En menos de dos meses, pesqueros extranjeros descargaron tres tripulantes fallecidos en el Puerto de Montevideo, dos de estos barcos son reincidentes.
De acuerdo a datos oficiales, entre el 23 de enero y el 11 de marzo las embarcaciones Yun Mao No. 168, OuYa 17, y Fu Chian, descargaron tres tripulantes muertos en el Puerto de Montevideo. El 23 de enero de 2019 fue la segunda vez que el pesquero chino Yun Mao No. 168 trajo al puerto un tripulante muerto. En septiembre de 2017 el capitán del Yun Mao Nº. 168 dejó que un tripulante muriera por una infección de muelas que padeció? diez días sin permitirle al enfermo evacuarlo a tiempo .
El Fu Chian, taiwanés, también es reincidente, ya que en 2017 un tripulante de 25 años murió a bordo de ese pesquero luego de sentirse mal, expresar dificultad para respirar y desmayarse. También fue trasladado a Montevideo pero se desconoce el resultado de la autopsia.
En tanto, otro tripulante, que viajaba a bordo del pesquero chino OuYa 17, falleció por causas de un edema pulmonar agudo. La Embajada de Indonesia tuvo que intervenir para que el cuerpo sea enviado con sus familiares a su país, evitando que la Agencia que administra la tripulación lo enviara a cremar en Uruguay(4).
Los pesqueros chinos encabezan el ranking global de Esclavitud en la Industria Pesquera, según detalla el sitio https: www.globalslaveryindex.org/2018/findings/importing-risk/fishing/
China, también encabeza el ranking global de Pesca Ilegal, elaborado en febrero de este año por la Iniciativa Contra el Crimen Organizado Transnacional: https://globalinitiative.net/iuu-fishing-index/
De acuerdo a datos oficiales revelados en 2018 por el Ministerio de Defensa, desde 2013, los pesqueros extranjeros venían descargado un muerto por mes en el Puerto de Montevideo.
Compromiso internacional
En 2013 Uruguay ratificó el “Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector de Puerto Destinadas a Prevenir, Desalentar y Eliminar la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada” de la FAO-ONU.
En 2017 mediante el Decreto Nro. 323, se reglamentó el mismo, creando la Comisión Coordinadora sobre Prevención de la Pesca Ilegal, esta Comisión está integrada por un representante del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, uno del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, uno del Ministerio de Relaciones Exteriores y uno del Ministerio de Defensa, pero según publica la Organización Oceanosanos, dicha Comisión nunca se ha reunido.
Falta de Control
Las actividades de los pesqueros extranjeros en el puerto capitalino se realizan con escaso control: en 2018 sólo se inspeccionó el 10 % de los buques, y no se revisó ni un solo pesquero chino, según datos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA).
Es potestad del Estado rechazar a aquellos barcos con prontuario de pesca ilegal, así como a los que no pueden justificar la procedencia de su captura, que significan un riesgo sanitario y de seguridad a la navegación, y/o que utilizan mano de obra esclava.
Desde Oceanosanos aseguran haber expresado esta problemática durante todo un año de reuniones con diferentes organismos del Gobierno, con excepción de Presidencia y la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento, de quienes no hemos obtenido respuesta.
Según la FAO de las Naciones Unidas, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR) sigue siendo una de las mayores amenazas para los ecosistemas marinos como consecuencia de su poderosa capacidad para socavar los esfuerzos nacionales y regionales encaminados a una ordenación sostenible de la pesca, así como las iniciativas destinadas a la conservación de la biodiversidad marina. La pesca INDNR se aprovecha de la corrupción en las administraciones y explota las deficiencias de los regímenes de ordenación, especialmente de los países en desarrollo que carecen de la capacidad y los recursos necesarios para aplicar iniciativas de seguimiento, control y vigilancia (SCV) eficaces.
La pesca INDNR existe en todos los tipos y dimensiones de la pesca, ocurre tanto en alta mar como en zonas bajo jurisdicción nacional, afecta a todos los aspectos y etapas de la captura y utilización del pescado y, en ocasiones, puede estar asociada con la delincuencia organizada.
Los recursos pesqueros de que disponen los pescadores de buena fe son eliminados por la pesca INDNR, lo que puede conducir al colapso de las pesquerías locales, y la pesca a pequeña escala en los países en desarrollo se muestra especialmente vulnerable. Los productos derivados de la pesca INDNR pueden introducirse en los mercados comerciales extranjeros ahogando de esta manera el abastecimiento local de alimentos. Por consiguiente, la pesca INDNR es una amenaza para la subsistencia, agrava la pobreza e incrementa la inseguridad alimentaria.
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