El muralista Jorge Vázquez despliega con su técnica, en el acceso al muelle Almirante Storni de Puerto Madryn, una obra sobre el quehacer portuario. En la construcción del proyecto se inspiró en fotografías de ediciones impresas de REVISTA PUERTO.
La actividad portuaria reflejada en un mural. Ese es el trabajo artístico que el muralista Jorge Vázquez despliega con su técnica en el acceso al muelle Almirante Storni de Puerto Madryn. Se trata de la recuperación de un espacio que era usado para consignas políticas o de protesta, y ahora contendrá imágenes que manifiestan el trabajo y el quehacer portuario. Parte de la composición de la obra está basada en fotografías de la edición impresa de REVISTA PUERTO.
El artista local ya ha dejado su impronta marcada en la sede del Centro Nacional Patagónico (CENPAT) con una obra sobre uno de los íconos de la ciudad que son las ballenas. Además, junto a Martín Cofré realizarán, en la entrada al puerto, otro mural que recuerda y evoca la llegada a Madryn de los soldados de Malvinas el 19 de junio de 1982.
Acerca del trabajo que está en plena ejecución sobre la actividad portuaria, Jorge Vázquez explicó que “el proyecto está enmarcado en algo que se llama, acá en Madryn, ‘Arte y Ciencia’. Todo comenzó el año pasado con un mural que me convocaron para realizarlo que se llama ‘La Evolución de los Ballénidos’. En ese momento vino gente de medios de Buenos Aires y nos dijo que el laburo del muralismo que realizábamos era brillante. Eso nos dio más impulso a seguir con esta iniciativa y seguir pintando murales en la ciudad”, dice con orgullo.
La construcción del proyecto
Vázquez contó que cuando vieron terminada la obra de la evolución de las ballenas, la Administración Portuaria que conduce Osvaldo Sala “nos convocó para pintar un mural portuario. Mi forma de trabajar como artista, es hacerlo con conceptuales, que a veces son preproyectos, pero a veces se transforman en el proyecto final”.
En tal sentido, mencionó que “presentó un conceptual, que contiene referencias visuales, que muchas veces como artista no conocés, entonces recurrís a fotografías o material visual, para nutrir tu conceptual. Dio la casualidad que me encontré con la REVISTA PUERTO. Tengo un amigo que trabaja en el ambiente portuario y en su oficina siempre tenía la revista, y un día fui a visitarlo y encontré un manojo de revistas, las fotos me parecieron buenísimas, y me las regaló. Yo voy armando un archivo de todo el material visual que encuentro, todo lo guardo porque en algún momento lo puedo llegar a utilizar”, recuerda al detallar como fue construyendo esta obra.
“Es así que cuando se presentó este proyecto nuevo me acordé de las fotos maravillosas que tenía guardadas de REVISTA PUERTO. Y así empecé a trabajar con imágenes de la revista y se transformaron en parte del pilar del mural, porque el mural abarca otras cosas más”, agrega.
Sobre sus inicios y técnicas, Jorge cuenta: “Soy nacido en Puerto Madryn y comencé a pintar seriamente a los 15 años. Arranqué con el modelo didáctico convencional. Vengo de una escuela que es un género dentro de la pintura, que se llama realismo o hiperrealismo. A diferencia de otros artistas, necesito material visual de referencia para realizar mi trabajo. Entonces, tomo material de distintos lugares y voy componiendo el mural, lo voy adaptando y dando forma”, precisa.
“La única intervención artística para el CONICET la hice yo, que es esa de la Evolución de los Ballénidos. Fue un proyecto en el marco de la transformación del edificio del CENPAT, y ahora va a venir la segunda parte, que tiene que ver con ecosistemas terrestres”, anticipa.
El día que Madryn se quedó sin pan
Asimismo, Vázquez refiere a otro gran trabajo que realizarán en el acceso al muelle Storni. “El proyecto de fondo del recorrido de murales en la ciudad continúa con otro, una vez que terminemos este que es referido al trabajo portuario, y ahí comenzaremos con otro trabajo muy importante que es un emblema para Puerto Madryn y para el país, que tiene que ver con la llegada al continente de 4100 excombatientes de Malvinas a bordo del buque Canberra, en junio de 1982”.
“El día que Madryn se quedó sin pan”. Así se conoce ese día, porque el pueblo salió a recibir a sus soldados tras la gesta de Malvinas. “Mi familia fue a recibirlos, cuando yo era muy chico, y ellos en agradecimiento regalaban alguna de sus pertenencias, es así que hoy conservamos un gorro de uno de los soldados”, recuerda.
La imagen que reflejará aquel día es una foto en blanco y negro, “que la estoy transformando en color; es la parte de atrás de un camión donde la gente corre y les entrega pan y los soldados saludan”.
Revista Puerto