La acuicultura obtiene cada vez más beneficios económicos pese a que su nivel de capturas es inferior en la isla de Lanzarote. Así lo confirma el Centro de Datos del Cabildo que desvela en un informe que las ventas de las capturas del pescado en 2018 sumaron 11,9 millones de euros, una cifra inferior a las de años anteriores, así lo informó Lancelot Digital.
Tal y como refleja el informe del Cabildo, las capturas en conjunto alcanzaron un peso de casi 3.865 toneladas el año pasado, de los que algo más de 1.855 toneladas de producto pesquero de primera venta salió de las granjas marinas establecidas principalmente en aguas sureñas, con un valor económico aproximado de 6,49 millones de euros.
De este modo, la acuicultura se mantuvo como primera fuente de ingresos en la materia, con cifras parecidas a las de 2017. Si la comparación se hace con 2016, cabe entender que el pasado año la actividad se mantuvo en los mismos niveles, ya que hace tres años este sistema de capturas fue capaz de superar la cota de las 4.000 toneladas, con ingresos por valor de aproximadamente 14,2 millones de euros.
Por otro lado, según publica Canarias 7, la actividad en los diferentes caladeros relacionados con la pesca fresca permitió capturas por un peso de cerca de 2.008 toneladas, con unos ingresos de 5,37 millones de euros. En este caso, sí que se dio un descenso relativamente notable en 2018, tanto en volumen de actividad, como en ingresos económicas, en relación a 2017. Con respecto a 2016, la cantidad de ingresos fue superior con una menor balanza de capturas.
Con respecto a la pesca tradicional, la actividad pelágica ha sido especialmente productiva, lográndose en 2018 capturas por valor de más de 3 millones de euros, fruto de la venta de casi 1.637 toneladas. “El contrapunto se dio con los crustáceos, puesto que apenas se dio certificación a la venta de poco más de 3,2 toneladas, con un valor de 91.000 euros”, señala este periódico regional.
En este mismo contexto de pesca fresca, los demersales permitieron el ingreso de casi 2,1 millones de euros, con capturas con peso de más de 346 toneladas. Los moluscos, por su parte, alcanzaron las 23 toneladas, generando unos ingresos de casi 155.000 euros.
En Canarias, la acuicultura comenzó a desarrollarse en la década de los 80, pero no fue hasta finales de de noventa cuando este sistema productivo, centrado casi exclusivamente en la cría de peces, se estableció como industria, empezando a desarrollar instalaciones no solo en Tenerife y Gran Canaria, sino también en Lanzarote y La Palma. Son estas cuatro islas las que concentran hoy día las empresas acuícolas en el Archipiélago. En cuanto a generación de empleo directo, el sector da trabajo a nivel nacional a 2.354 personas, una cifra que en en el Archipiélago se traduce en 280 empleos.
