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La conserva marroquí está realizando importantes negocios por la escasez de sardina en el Atlántico. Un ejemplo está en la conservera bretona Chancerelle. Casi la mitad de los volúmenes de sardina enlatados por esta fábrica de conservas bretona, más conocida por su marca Connétable, provienen de Marruecos. La compañía invierte 4 millones de euros para asegurar sus suministros. Los principales productores franceses de sardinas en conserva no tienen suficiente pescado en la costa atlántica. Así que recurren a Marruecos, donde abundan las sardinas, mientras que la mano de obra es mucho más barata.
La empresa Chancerelle, más conocida por su marca principal Connétable, lleva años en el puerto de Agadir. En el puerto de Laayoune, situado en el sur de Marruecos, Chancerelle completó dicha inversión en la construcción de una fábrica de 4.000 metros cuadrados donde trabajarán unas cien personas.
“Desde Marruecos, dice Jean-François Hug, el CEO de Chancerelle, nos permitirá transformar las sardinas tan pronto como los barcos atraquen para mantener la cadena de frío y controlar su calidad lo más rápido posible. “Serán limpiados, eviscerados y colocados en hielo antes del transporte en camión a la fábrica de conservas Chancerelle en Agadir, cuyos productos están dedicados a las marcas de los distribuidores y a la exportación.
Una treintena de arrastreros de pesca marroquíes han firmado acuerdos con la empresa bretona que ofrecen en sardinas. El hielo necesario para la conservación a bordo del pescado lo trae Chancerelle. “Representa un costo pero evita las cajas de pescado almacenadas a temperatura ambiente. Casi la mitad de las sardinas procesadas y enlatadas por Chancerelle se encuentran en su fábrica de Agadir, llamada Belma, que tiene más de 1.000 empleados. La fábrica de conservas ha tomado la decisión desde 2009 de instalarse en Marruecos.
Creación de 100 empleos en Douarnenez
Una estrategia que no le impide invertir en su sede en Douarnenez (Finistère) donde el programa de gestión de una inversión de 6 millones de euros, duplicará el 2017. “Se planean equipos industriales adicionales”, continúa Jean -François Hug, que también anuncia la creación de un centenar de empleos a corto plazo. Chancerelle ahora controla el 10% del mercado francés de sardinas enlatadas.
La compañía, que generó una facturación de 145 millones de euros en 2017, destaca su posicionamiento premium, su marca Connétable y sus innovaciones. Si las sardinas permanecen en gran medida en la cima de sus fabricaciones, también trabajan el atún o la caballa.