Como cada año, la flota de pesca extranjera, mayormente china, inició su llegada a las aguas adyacentes al Mar Argentino, la llamada “Milla 201″, a realizar lo que si bien no es per se pesca ilegal, pues se realiza en aguas internacionales, fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de la Argentina, sí tiene efectos depredadores sobre la misma, en especial sobre especies migratorias, pues afecta su biomasa al no respetar períodos de veda, plazos y cuotas de captura a que está sujeta la flota pesquera nacional.
La Prefectura Naval Argentina (PNA), que ejerce la función de Policía de los cursos de agua interiores y del Mar Argentino, detectó unos 60 arribos recientes, por el Océano Atlántico y por el Pacífico, desde donde los buques atraviesan el Estrecho de Magallanes tras haber pescado sucesivamente frente a las aguas de Ecuador, Perú y Chile.
El ploteo adjunto, basado en observaciones satelitales, muestra el movimiento de la flota extranjera en los últimos 12 meses; los colores identifican la nacionalidad del buque. El dominio chino es abrumador. El color rojo, que representa a sus embarcaciones, no refleja por completo su presencia, ya que muchos buques con “abanderamiento de otros países, son también de propiedad china.
Más de 500 hacia fin de enero
Hacia finales de enero e inicios de febrero se tendrá la cuenta total de buques extranjeros pescando en la Milla 201, usualmente más de 500, dos tercios de ellos de propiedad China y, en el caso de los poteros, dedicados a la pesca del calamar, más de tres cuartas partes del total.
La mayor preocupación es para la flota potera local, sujeta a las normas vigentes. “Nosotros vamos a arrancar el 2 de enero, como hicimos los últimos dos años, esta vez sin mucha suerte, porque el stock subpatagónico está apareciendo más al norte, y lo vamos a agarrar cerca del paralelo 44, entre el 10 y el 12 de enero”, dijo a Infobae Darío Sócrate, director ejecutivo de la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos (CAPA).
Al arribo de los poteros chinos y extranjeros en general, subrayó Sócrate, “lo vemos con las preocupaciones de siempre; biológicas, porque arrancan antes y no cumplen con las fechas de cierre; y comerciales, porque con subsidios y sin cumplir normas ambientales, de seguridad y laborales, compiten deslealmente en los mismos mercados a los que vamos nosotros”.
La pesca del calamar por parte de la flota china no afecta solo a la Argentina: desde 2022 también desplazó a Perú como el primer pescador de “pota gigante” del mundo, en parte gracias a la captura del llamado “Calamar de Humboldt” (dosidicus gigas) frente a aguas jurisdiccionales peruanas. Si en “Conversación en La Catedral”, Mario Vargas Llosa le hacía preguntar a Zavalita “cuándo se jodió el Perú”, en el caso de la pesca de la pota gigante la respuesta sería muy precisa.
La acción de Eicemar
Para abordar el problema de la Milla 201 la Prefectura creó el “Equipo de Trabajo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos” (Eicemar).
“Empezamos a trabajar con profesionales de distintas áreas y especialidades -abogados, biólogos marinos, ingenieros ambientales para mejorar el control de los recursos y el espacio marítima-”, cuenta el Prefecto Mayor Sergio Almada, que recibe a Infobae junto al jefe de Servicio de Tráfico Marítimo, José Viganó, el prefecto Mario Herlein, de la División Sistemas de Información Geográfica, y las oficiales Fernanda Ucciani, de Dominio Marítimo, y Florencia Otero, abogada y especialista en derecho marítimo.
Del trabajo del Eicemar surgieron herramientas como “Encuentros en Alta Mar” y la identificación de 783 buques de interés. “Buque de interés es cualquier embarcación que, por características, comportamiento, antecedentes o patrones de navegación justifica su monitoreo, análisis y/o intervención en base a criterios operativos, de seguridad, ambientales o judiciales”, según la definición de Prefectura.
¿Paso inocente?
En su tránsito hacia la Milla 201 los buques extranjeros hacen lo que se llama “paso inocente” por las primeras 12 millas desde la costa argentina y “libre navegación” entre la milla 12 y la 200, hasta entrar en aguas internacionales, pero su objetivo no sea inocuo.
Las incursiones de pesca ilegal en la ZEE son muy esporádicas: en las últimas décadas se capturaron 80 buques realizando pesca ilegal, un número reducido comparado con la magnitud del esfuerzo pesquero en la Milla 201.